Dentro del tren la temperatura era agradable, contrario afuera, que ya empezaba a caer nieve, señal de que ya estaban Ill, era muy diferente a como lo vio dos días atrás, lo que antes eran prados con escasa vegetación, ahora era cubierto por esa fina capa de nieve, así que pronosticaba que en la capital no sería diferente. Miraba todo desde una de las ventanas, jugando con la gerbera que había encontrado esa mañana a un lado de su cama, idéntica a la que llevaba en la muñeca
Kkito dormía en sus piernas, a su lado, Jungsu leía un libro de pasta roja con ilustraciones de enredaderas, detrás de ellos, Jiseok dormía en el hombro de Seungmin, mientras que, frente a su persona, el sub general Kang anotaba algo en un pergamino, afuera, notaba el alto vuelo de un águila calva y un halcón peregrino, los había notado poco después de salir de la estación, pero no le parecía extraño, tal vez solo eran un par de aves emigrando al norte
-llegaremos a Jael en dos horas, alteza-informo el general cuando, sorpresivamente, el papel desapareció de sus manos- el general Bang estará esperando en la estación junto a cincuenta hombres
-entiendo- murmuró, más concentrado en acariciar la cabeza del conejito- ¿Que está leyendo hyung?- pregunto a Jungsu, tomándole por sorpresa
-oh, se llama entre los árboles, es sobre un mago enamorado de un pueblerino al que ve siempre en el bosque... justo al anochecer- contó un poco sonrojado- no soy fanático de este tipo de novelas, pero está logró atraparme
-¿Enserio? entonces debe ser buena- el rubio sonrió y asintió, volviendo a su lectura
Hyeongjun volvió a mirar por la ventana, fijándose más en ese par de aves que parecían jugar entre ellas, sonrió para si mismo, recordando que volvería a ver a Jooyeon en cuanto llegará a Jael. El aprendiz de mago se había vuelto importante para el, antes del giro que dio su vida, solo hablaban cuando el menor iba al mercado, que era casi a diario, pero ahora, podían pasar horas juntos sin que nadie lo impidiera, Jooyeon le contaba el como era nacer en una familia de la realeza mientras Hyeongjun le apoyaba cuando hacia un truco nuevo
No sabe lo que siente por el, cada que lo ve, su corazón se agita, ha sido así desde que lo vio por primera vez hace casi dos años, la sensación no es exactamente la misma, con el pasar del tiempo ha aumentado demasiado, al punto de soñar varias veces con el peli largo en todo tipo de escenarios, y cuando dice todos es todos, desde ser el centro de atención en un baile de clase, hasta el momento más íntimo al que puede llegar una pareja, eso último lo ponía muy nervioso, hay veces que no puede ver a Jooyeon a los ojos por miedo a recordar esos sueños que lo hacían despertar en medio de la noche con la respiración agitada, su mente era demasiado buena para imaginar situaciones imposibles, situaciones mágicas, donde la gente se enamora o obtiene lo que más deseaba en el mundo, cuando su madre aún estaba con el, siempre le decía que era un don, que así, nada sería imposible para el, por qué la imaginación era el arma más poderosa que había en la tierra, ahora, siendo mayor, comprendía que eso era una mentira, había muchas cosas imposibles en la vida y la imaginación no las cumplía.
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|El Príncipe Perdido|®
FanfictionHyeongjun creció solo con su madre y su abuela, no le importaba donde o quien era su padre, pues nunca vio necesario preguntar. Pero, un día cualquiera, despierta en un lugar desconocido, rodeado de varios chicos que le aseguran el ser el hijo menor...