Lo primero que vio al llegar a palacio, fue a Chaeyoung con los brazos cruzados y un porte imponente, que complementaba muy bien con ese vestido negro y planteado junto a su cabello recogido en una trenza que caía sobre su hombro izquierdo, lo miro de arriba a abajo como siempre lo hacía
-a partir de las seis estarán llegando los reyes vecinos, se dará un baile privado en su honor, vístete de manera adecuada- dijo mientras se daba vuelta y seguía su camino, sin esperar respuesta
Hyeongjun siguió su camino hasta su habitación, donde se encerró durante una hora entera, preparándose mentalmente para lo de esa noche y para lo que pasaría la mañana siguiente, en la que estaría encerrado con las personas más importantes del continente por una hora en aquella capilla para una misa en honor a Chan, dios de la unidad, para luego pasar el resto de la mañana en los jardines, donde sería el almuerzo. Continúo pensando, imaginado, lo que podría pasar el día siguiente, no sabía si estar emocionado o asustado, solo había estado en un evento de ese tipo, y solo había hablado con los reyes de Miyeli y con Felix, con quienes no se había sentido incómodo, pero sabía que así no sería con todos
Paso una hora sin hacer nada en su habitación, solo en compañía de Kkito y Jungsu, pues Jiseok había ido a recoger a sus padres en la estación del tren en compañía de Seungmin, teniendo un guardia suplente a las afueras de su habitación, la cual estaba en un completo silencio luego de que Jungsu se quedara dormido hace cuarenta y cinco minutos. ¿Estaba aburrido? si, mucho, pero no era algo nuevo en el, ¿Esperaba que alguien, específicamente un joven mago de cabello largo, llegara y lo animará? obvio, quien no, pero en vez de eso, quien entro a su habitación fue el general de la legión, listo para la clase del día
-lamento la demora- hizo una reverencia mientras dejaba varios libros en la mesita
-no se preocupe general Goo- el menor le resto importancia, dejando al conejo en su jaula, sin percatarse de la mirada curiosa del mayor sobre el rubio durmiente- ¿Tomaremos la clase aquí o en la biblioteca?- cuestionó
-puede ser aquí, si usted lo aprueba- contestó, acercándose al chico dormido, tocando la frente de este con la punta de los dedos, sonriendo por un segundo
Hyeongjun noto esa acción y prefirió dejar el cuarto por un rato, llamenlo loco, pero siempre que está a solas tanto con Gunil y Jungsu, siente una extraña vibra cubriendo a ambos, una inexplicable tención que nunca había sentido, había notado que el general suele mirar al rubio por cortos periodos y que Jungsu tiene un comportamiento distinto cuando el mago está presente. Cerró con cuidado la puerta y se quedó un rato en el pasillo,con el guardia a su lado sin mover un músculo, percatandose de un chico castaño con una bandeja con comida en brazos, parecía perdido, por lo que se acercó a ayudarle
-¿Todo bien?- le pregunto para llamar su atención, teniendo éxito
-mas o menos, se supone que debo dejar esto en la recámara del príncipe Hyeongjun, pero no sé dónde queda exactamente- reveló con pena- llevo poco trabajando para el castillo
-bueno, la habitación que buscas es esta- señaló las puertas de madera blanca adornadas con detalles de plata- pero te recomiendo entrar más tarde
-¿Por?- cuestionó el más alto
-solo créeme, no te gustará estar adentro por el momento- reafirmó el azabache
-¿Acaso el príncipe está a solas con un hombre? hay rumores que dicen que un joven apuesto suele visitar al príncipe Hyeongjun de manera seguida- las mejillas del azabache se tiñeron de salmón ante tal revelación, era cierto que Jooyeon lo visitaba todo el tiempo, pero no esperaba que los rumores se esparcieron de esa forma
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|El Príncipe Perdido|®
Fiksi PenggemarHyeongjun creció solo con su madre y su abuela, no le importaba donde o quien era su padre, pues nunca vio necesario preguntar. Pero, un día cualquiera, despierta en un lugar desconocido, rodeado de varios chicos que le aseguran el ser el hijo menor...