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Se había quedado más tiempo del que debería en la academia y ahora debe correr al palacio para cambiarse y llegar a tiempo a una rueda de prensa, realmente no quería ir, pues no iba decir nada al menos que sea necesario, pero la presencia de Heeseung a las afueras de la academia no lo dejaría huir como quería y para su desgracia, su primo se encontraba hablando con sus amigos

-¿Que haces aquí hyung?- le cuestiono sin ánimos, aún no se reponía de la noticia y su cabeza seguía doliendo

-me mandó tu madre, para evitar que huyas- respondió

-oppa ¿Por qué nunca dijiste que tenías un primo tan apuesto?- le reprochó la peli rosa- ¿Por qué nunca nos dices nada?

-lo siento Hiyyih- dijo sin saber por que se disculpaba

-Jooyeon ¿Enserio estás bien?- indagó el Huening mayor

-lo estoy- respondió- debo irme, nos vemos más tarde

-Jooyeon- demandó Lily, tomándolo del hombro- ¿Que tienes? ¿Por qué el cambio de actitud?

-no es nada, enserio- intento sonreír, pero solo logro un mohín- debo irme ya, mis padres me esperan- se despidió, liberándose del agarre de Lily, Heeseung también se despidió de los chicos y siguió a su primo
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Caminaron en completo silencio hasta doblar en un callejón, donde Heeseung le entrego un saco color negro y unos lentes, Jooyeon quitó la chaqueta del uniforme y se puso el saco sin mucho animo, lo mismo paso con los lentes, que en cuanto tocaron su rostro, desprendieron una luz dorada y cuando apartó su mano, lo que llevaba era la máscara que ocultaba su identidad y su mechón blanco había desaparecido

-¿Cómo está mi hermano?- cuestionó Heeseung cuando retomaron su camino

-los rumores son ciertos, está embarazado- contesto, inclinado levemente la cabeza hacia una ancianita que se reverenció ante el- por eso adelantaron la boda

-¿Dieron la fecha?- pregunto

-la darán hoy, supongo- respondió, mirando el aparador de una florería, donde se exhibía un montón de ramos de distintas flores, haciéndolo sonreír de manera triste- hyung, me iré a Uri- soltó de repente

-lo se, todo el mundo habla de los barcos hundidos de ayer- el mayor paso su abrazo por los hombros del mago, revolviéndole el cabello al mismo tiempo- ¿Eso te preocupa?- el menor asintió

-estas cosas no tienen límite de tiempo, pueden duran una semana, un mes, un año, una vida- poco a poco su voz se rompía ante los miles de escenarios que creaba su mente- no podré verlo hyung, no podré decirle lo que siento

-¿Que te lo impide Jooyeon?- fue la pregunta del azabache mayor- puedes hacerlo ahora

-pero, si no vuelvo, lo lastimarte mucho, yo no quiero que llore por mi- dijo con la voz entrecortada

-en primera, no seas pesimista- reprocho- y en segunda, piensa en ti un momento ¿Que dolería más? saber que nunca le confesarte tus sentimientos y, cuando vuelvas el este con alguien más o que el lo sepa y espere por ti hasta que estés de vuelta- Jooyeon soltó una risa seca ante la cuestión

-si lo pones así es fácil- dijo

-piénsalo Jooyeonie, piensa en ti una vez en la vida.

-piénsalo Jooyeonie, piensa en ti una vez en la vida

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|El Príncipe Perdido|®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora