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Julian.

Se encontraba en su nueva facultad, mas no iba a clases. Faltaba hacer un poco de papeleo y ese día su vieja no había podido ir, así que le tocó a él hacer acto de presencia. Tenía que ir con el director y la mina de servicio social unicamente.

No tenía ni la más puta idea de dónde pudieran estar ambos.

Y justamente ese día, a Lautaro se le había ocurrido quedarse dormido y dejarlo solo en aquella selva.

Suspiró.

―Esto va a ser más difícil que la mierda...―murmuró, no esperando una respuesta.

― ¿Qué va a se' difícil? ―respuesta que, obviamente tuvo gracias a una suave y gruesa voz detrás de él.

Se volteó sin más, abriendo los ojos al ver quién era.

El turro que se venía cruzando hace como tres días . Genial.

Él creyó que iba a ver a Hitler.

Parpadeó.

― ¿Me estás acosando? ―soltó, frunciendo el ceño, su vista fija en el contrario.

Ahora fue el turno del más alto para parpadear.

― ¿Que?

―Te pregunté si me estabas acosando y quiero una respuesta.

―Eh... ¿no? no flashes wachin, estaba tratando de se' amable.

Enzo rodó los ojos.

―Claro―susurró Julián, sarcástico y se propuso seguir con su intento de buscar la dirección.

―Eu, ¿Y sos nuevo? ―volvió a escuchar. Su mente se debatía entre correr o seguirle la conversación al turrito aquel.

―Lo voy a ser mañana, hoy tengo que entregarle unos papeles al director...―murmuró, aun manteniendo su paso en la misma dirección.

―Bueno, entonce'―dijo―, te aviso que te estas yendo por la dirección incorrecta amigaso, la dirección esta a la izquierda.

Álvarez paro en seco.

Y bue, tenía tanta mala suerte que no solo no iba a entrar a clases un lunes como alguien normal, sino que acababa de quedar como un imbécil frente a su posible acosador.

Volvió a suspirar y dirigió su mirada al otro.

―Si quere'―el extraño volvió a hablar―, yo te puedo acompañar―sonrió y oh, tenía LA sonrisa―, soy Enzo.

―Dale...―musitó tímido después de verle sonreir, empezando a seguir a ese tal Enzo.

Julián no quería seguirlo puesto que pensaba que lo guiaría a un callejón oscuro y sin salida donde probablemente sería brutalmente asesinado a sangre fría únicamente para robarle el celular.

Pero no.

Enzo literalmente lo guió hasta la oficina del director y se despidió acomodandose el cuellito de la chomba azul.

Tan simple como eso.

Le entregó los papeles al señor que ni siquiera los buenos días le dio y se fue, tecleando algo en su teléfono.

" ¿existe el amor a primera sonrisa? > yahoo respuestas"

↷.TU TURRITO ! enzulian.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora