Monkey D Luffy, un hombre que anhela encontrar el one piece, su mayor sueño desde que era niño ahora mismo luchaba contra un mayor enemigo, kaidou, en un choque de sus mejores ataques, hacen distorsión en la realidad derrotando al mayor enemigo de w...
Corrió y corrió por las calles de Japón, su resistencia era temible de cierto azabache, viendo un edificio alto usó sus brazos como catapulta.
Pareciendo un mono, se columpiaba por las calles, los héroes veían y trataban de detenerlo.
Omitiendo las quejas de los héroes, afirmó su mano en un gran edificio contrayéndose a sí mismo voló por los cielos, la vista era increíblemente hermosa, riéndose entre dientes examinaba la ciudad.
Llegando a la playa en cuestión de algunos minutos después.
Al aterrizar una explosión de arena se presentó entre las grandes cantidades de deshechos electrodomésticos, el polvo de disipó y buscó con la vista a sus amigos.
Para su desgracia, una patada que venía de tras se asomó por la cabeza del mugiwara, esquivando como si se tratara de lo más natural del mundo, este dió un salto hacia atrás dando espacio entre ambos.
Luffy: –confundido– ¿quién eres?
La coneja quedó sorprendida, era unos de los héroes del top, era imposible que ningún villano supiera quién es, salió de su sorpresa y sonrió de manera filosa.
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???: –enojada– ¡Ríndete villano, estás acabado!
Luffy: –sorprendido– ¡¿Eh?!, ¡No, te equivo-!
No terminó de hablar siendo rápidamente atacado, bloqueando su patada hacha lunar contra sus brazos de haki, agarró su pierna con sus manos de haki de armadura.
Un puñetazo se le implantó en su estómago, siendo fuertemente alejada vomitando sangre, el chico suspiró y pensó que tal vez se excedió, pero su maestro el ex-tripulante de gold D Roger le enseñó que si alguien ataca, es pelear a fin.
La peli-blanca se levantó con dificultades, siendo totalmente consumida por la rabia, se lanzó al ataque, algún transeúnte que pasaba grabó la batalla, increíblemente más sorprendida una chica de cabello rubio en forma de yegua.
La batalla continuó su curso, la única que atacaba con total fervor mientras que el azabache jugaba con ella, al punto que se cansó implementando otro puñetazo en su estómago, lanzándola nuevamente lejos de él.
Luffy: –suspirando– si que eres terca...
Preparó sus brazos listos para el ataque, usando su brazo izquierdo de mira, su brazo derecho de bala de escopeta.
Luffy: ¡Gomu Gomu no... pistol shot!
Lanzó su ataque tan rápido como bala de escopeta, cargado de haki, terminó noqueando a la heroína conejo, este suspiró, miró hacia arriba sobre el muro y habían varias personas grabando.
Sin duda se sentía incómodo, las personas escaparon del miedo, por momentos había pensado que ganaría la heroína, pero nunca pensaron que caería en derrota.
???: –corriendo hacia el azabache– ¡Luffy-kun!
Gritó una voz que se acercaba hacia el pirata, este miró hacia atrás y encontró a su amiga, izumi, seguido de un rubio, este sonrió con alegría, pero recibió un puñetazo en la cabeza haciendo que grite "ite".
Toshinori: –enojado– idiota, ¡¿que has echo?!
Izumi: –soprendida y cada vez más admirada hacia el pirata– ¡increíble!, ¡derrotaste a mirko, la heroína conejo!
Toshinori: ¡Como se te ocurre pelearte contra un héroe!, ¡y más encima derrotarla!
Luffy: –llorando cómicamente– empezó ella primero...
Toshinori: –suspirando– sabes lo que significa, ¿verdad?
Luffy: –confundido– no, ¿que cosa?
El rubio suspiró en derrota, el pirata era un caso especial y hacerlo entrar en razón era como enseñarle matemáticas a un bobo.
Toshinori: –nuevamente suspirando– bien, para evitar problemas con los demás héroes y evitar que te tomen como villano, tendrás que entrar a la U.A
Luffy: –confundido– ¿te refieres a que entre a esa escuela de héroes?
Toshinori: –meneando su cabeza en aceptación– ...
Luffy: ¡Imposible!, ¡Yo no quiero ser un héroe, yo quiero ser el rey de los piratas!
Izumi: –preocupada– luffy-kun... ¿no será peligroso para ti?, ya sabes...
Luffy: –sonriendo– ¡no te preocupes izumi, yo seré el rey de los piratas quieran o no!
Ella se sonrojó sin saber el porqué.
Toshinori: –suspirando– bien, te haré una propuesta, si eres un soporte para la U.A y los héroes, puedes pedir lo que tú quieras
Luffy: –emocionado– ¡¿Lo que quiera?!
El rubio asintió en aceptación.
Luffy: –feliz– ¡quiero carne!
Y así, luffy quién se entregó a la academia más prestigiosa y anhelada por los estudiantes para convertirse en héroe por un montón de carne, la actiud de Luffy era realmente extraña, no era alguien de pedir dinero o era ambicioso, solo era comida nada más.
La comida después de todo era con el fin de cada persona, sobrevivir y seguir adelante, este aceptó en gusto, era alguien de corazón puro, pero su única ambición era encontrar el one piece, una fortuna inimaginable gracias a gold D Roger, el rey de los piratas ya fallecido.
Toshinori lo sabía perfectamente, para Luffy ser el rey de los piratas era un sueño para el, encontrar el one piece era su sueño anhelado, pero su mundo no existía el one piece, para su desgracia...
Izumi volvió a su entrenamiento, Mirko fué llevada al hospital por toshinori y el pirata se aseguró de administrar el entrenamiento de su amiga, para la desgracia de la peli-verde, su entrenamiento aumentó de golpe siendo más extremo.
El día pasó con tranquilidad, la oji-esmeralda terminó medio muerta siendo el responsable cierto pirata, gracias a ello, fué Luffy quien dejó en su casa a la pecosa, conociendo a la mamá de aquella chica y socializando, se llevó muy bien con la madre de su amiga.
Inko: –sonriendo pícaramente– entonces... ¿no están saliendo?
Esa simple pregunta hizo estallar la cabeza de la pecosa, su rostros era más rojo que el infierno y sus orejas desprendía vapor.
Izumi: –avergonzada– ¡M-mamá!
Luffy: –confundido– ¿...?
Inko: –riendo levemente– bueno, Luffy-kun, por favor, te pido que cuides a izumi, ella es alguien especial y ciertamente, no quiero que vuelva a pasar por lo que sufrió nuevamente... –cabizbaja–
Luffy: –sonriendo– no te preocupes inko, yo, el futuro rey de los piratas, ¡no dejaré que nada malo a izumi!, después de todo, izumi es alguien importante para mí
La pecosa sonrió en alegría en sus interiores, sus mejillas estaban enrojecidas a todo su esplendor mientras daba una dulce sonrisa, inko por fin quedó tranquila, su hija tuvo suerte de conocer alguien increíble.
