Prólogo.

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POV Izuku Midoriya.

¿Se me ve bien? - Le pregunté a la castaña mientras me inspeccionaba mi vestuario, que consistía en un esmoquin blanco y pantalones lisos del mismo color y un moño negro atado al cuello de una camisa blanca.

¡Te ves estupendo Deku!, estoy segura de que a tu ya casi esposo le gustará. - Me respondió tratando de darme ánimos.

Sí, lo sé, pero saben que este día es importante, tengo los nervios de punta a decir verdad, no pensé que me casaría a tan temprana edad. - Tomé un poco de agua que Tsuyu me había traído para refrescar mi mente.

Tranquilo Izuku, todo saldrá bien, nos encargaremos de que no haya problemas, hoy es tu día así que no te estreses demasiado. - Dijo Yaoyorozu mientras me hacía un masaje en los hombros. 

Ahora vamos a arreglar ese revoltijo de pelo, pareces un brócoli. - Bromeo Mina mientras sostenía un peine.

Un brócoli muy sexy en effet, ya sabes si te dejan plantado yo estoy aquí para ocupar la place de tu esposo ☆. - Siguió la broma Aoyama haciendo sus poses.

Deberían dejarlo tranquilo, se va a poner más rojo de lo que ya está, ahora no parece un brócoli, parece un tomate, kero. - Hablo Tsuyu con su típica muletilla.

De cualquier manera All Might ya está por llegar así que será mejor que se apuren. - Presiono Jirou a los demás.

Estoy de acuerdo, vamos a dejarte como un príncipe Izuku. - Apoyo Hagakure mientras tomaba algunas herramientas de maquillaje.

Aprovechando que estamos así, quería agradecerles mucho, no saben la suerte que es tener unos amigos como ustedes, algún día les devolveré el favor. - Con todas las cosas que implica realizar una boda, había estado muy ocupado como para salir o divertirme con ellos.

Oh, sabes que siempre estaremos aquí juntos, después de tu luna de miel saldremos como en los viejos tiempos, solo espero que tu marido no se ponga celoso. - Mina me dio un abrazo mientras los demás apoyaban la idea de la rosada. 

...

Al final no pudieron acomodar mi cabello. - Le comete a All Might quien ya había estacionado fuera del templo.

No te preocupes, le da el toque a tu estilo - Me abrió la puerta del copiloto para que bajara.

¿Estás listo Izuku? - Me pregunto, mientras me extendía su brazo hacia mí.

Claro que sí, solo espero que mi pareja no me vaya a dejar plantado en el altar - Rei ante la broma y tome el brazo del mayor.

Las grandes puertas de la iglesia se abrieron ante mí dejando ver una gran alfombra roja y a mis familiares y amigos que estaban sentados en las bancas, antes de lograr ver a mi prometido bajé la mirada hacia el ramo de rosas blancas que traía por la vergüenza. Empezamos a caminar sintiendo todas las miradas encima de mí que me ponían más nervioso, lo único que escuchaba era la clásica música de boda y los pequeños pasos de Eri adelante mío que esparcía pequeños pétalos marcando mi caminata. 

Hasta que llegamos a las escaleras me atreví a mirar de nuevo, mis damas de honor, las cuales sé cómo habían llegado antes que yo, estaban junto a mi madre tratando de calmarla para que no empezara a llorar.

Mi futuro esposo me extendió la mano para que pudiera subir las pequeñas escaleras, así que me separe del rubio para darle mi única mano desocupada.

All Might antes de irse se acercó a mi cónyuge y lo tomó del hombro.

Sabes que aunque no sea su padre lo quiero como a uno, él es un chico muy bueno, espero que lo cuides y no lo cambies como te lo estoy entregando, por algo te eligió a ti entre tantos así que confío en ti en que lo harás feliz por el resto de tu vida, espero lo mejor, o si no ya sabes lo que va a pasar. - Pude notar que ante la última oración apretó de más el hombro del contrario.

Él solo asintió con la cabeza ante las palabras del rubio. Mientras este se iba pude admirar mejor al hombre con el que me iba a casar, acaricie su mano que no me había soltado mientras sentía el calor en mis mejillas ante su mirada que me veía de abajo para arriba.

Queridos hermanos, estamos hoy aquí reunidos para celebrar la unión de estas almas en santo matrimonio con la voluntad de Dios. - El sacerdote alzó la voz atrayendo la atención de los presentes.

Primero que nada necesito saber, ¿ustedes vinieron por su propia voluntad y libremente a casarse? - Afirmamos ante la pregunta.

Por favor, tráiganme los anillos. - Ante la orden, Kota quien venía detrás de mí, llevó los anillos en un cojín rojo y se los entregó al sacerdote. 

Por favor digan sus votos matrimoniales. - Nos miramos el uno al otro con el nerviosismo en nuestros ojos, había pasado toda la noche memorizando lo que iba a decir, pero sentía que en cualquier momento me bloquearía y olvidaría todo.

¿Recuerdas la primera vez que nos conocimos? - Escuche a la voz al frente mío.

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El cartero.(HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora