La Primera Expansión de la humanidad

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La Primera Expansión es el nombre dado a la expansión colonial que marcó el surgimiento del emergente Imperio Terra como una de las principales especies viajeras estelares de la Vía Láctea a través de su primer esfuerzo organizado de exploración y colonización interestelar.

La Primera Expansión vio a la humanidad establecer su imperio estelar y asentar nuevos mundos coloniales en la galaxia. Este período de veinte años, conocido por la humanidad como "La Gran Expansión", ocurrió en el 2372-2389, y se consideró una época de gran avance científico.

Fue durante este período que los humanos avanzaron por primera vez al espacio, colonizando planetas tan lejos como los llevaría su naves de vurvatura de quinta generación. La noción de que el futuro de la humanidad estaba en las estrellas fue profundamente captada por todas los humanos en ese momento, después de lo cual los humanos comenzaron a expandir su imperio a un ritmo explosivo.

Historia

En algún lugar de la galaxia, hay un nuevo poder en ascenso. El Imperio Terra se está extendiendo; sus ambiciones ilimitadas aún no se han controlado. Aunque mundo tras mundo ha sido subsumido bajo su control, los humanos creen que es solo el comienzo de su nuevo orden unificado, ya que su destino es gobernar la galaxia, y nadie tiene derecho a negar su progreso a través de las estrellas.

Los humanos de Terra Nova son una raza dinámica, cuya unidad de propósito y excelente dominio de la tecnología avanzada les han permitido realizar rápidos avances. Donde una vez los humanos miraron hacia arriba para ver los distantes pinchazos de estrellas inexploradas, ahora ven las luces brillantes de su propio imperio interestelar. Los humanos creen que su destino es gobernar la galaxia y que ahora es el momento de hacerlo.

Aceptan plenamente la superioridad de su cultura y tecnología, y han reconocido que son la única esperanza de llevar el orden a una galaxia desolada, árida y atrasada. No hay hazaña más allá del alcance de su ingeniería, ningún dilema que sus científicos no puedan resolver y ningún enemigo que su ejército no pueda vencer. Con el tiempo, todas las demás razas inteligentes de la galaxia llegarán a aceptar sus ordenes, y las mismas estrellas serán remodeladas y realineadas en nombre de la única causa que siempre importó.

La humanidad está motivada por su miedo a ser atacados por otra raza alienigena imperialista como lo fue los Tzynn. Ahora conquistan mundos si estos con la idea que sí no anexionan un mundo, a la larga esa raza terminará conquistando a la humanidad. También conquistan pata negarle los recursos o puntos estratégicos a otras civilizaciones que rivalizan con la humanidad.

El Emperador Leonardo sabe que esta es una conquista por la supervivencia de su especie.

El destino de gobernar las estrellas

Los humanos continuaron empujando su imperio hacia el exterior a un ritmo explosivo durante la Primera Expansión, aunque las pérdidas fueron altas entre estos primeros exploradores. No solo los viajes espaciales y los entornos nuevos e inusuales cobraron su precio, sino que a medida que se aventuraban más lejos de su mundo natal, los humanos también comenzaron a encontrarse con razas alienígenas, muchas de las cuales resultaron ser peligrosas. La raza reptiliana de los Tzynn mataron a muchos humanos antes de que los rápidos despliegues y las andanadas disciplinadas del FDI destryeran su mundo capital y el Imperio Tzynn se dividiera y reduciendo lo que queda de su civilización en piratas y señores de la guerra. Tras quitarle su mundo natal, la humanidad repobló el planeta y la convirtió en la primera colonia humana fuera del sistema Helios, rebautizada como Bekenstein.

Convirtiendo a los Tzynn supervivientes al bombardeo orbital en ciudadanos de segunda categoría, algo que los humanos consideran como un justo castigo por atacar a la humanidad

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Convirtiendo a los Tzynn supervivientes al bombardeo orbital en ciudadanos de segunda categoría, algo que los humanos consideran como un justo castigo por atacar a la humanidad.

En Asteria, el planeta desértico estaba tan invadido por feroces depredadores carnívoros que el ejército imperial tuvo que cazarlos y destruirlos a todos antes de que los colonos se atrevieran a aterrizar.

Durante estas primeras expansiones, los humanos también se encontraron con razas alienígenas inteligentes, civilizaciones enteras de otras criaturas sensibles

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Durante estas primeras expansiones, los humanos también se encontraron con razas alienígenas inteligentes, civilizaciones enteras de otras criaturas sensibles. Mientras que la ejército imperial buscaba destruir a cualquiera que se les opusiera, cazándolos de la misma manera en que erradicaban a las criaturas salvajes, Leonardo vio la oportunidad de traer comercio en lugar de la guerra. Así como Leonardo detuvo la lucha en Helios y reunifico el Imperio Terra, también se debe abrazar a los alienígenas y darles la oportunidad de contribuir al Imperio.

Leonardo intento, a muy duras penas, guiar a la humanidad a aceptar estas razas alienígenas, sin importar lo extrañas que fueran. No importaba si estos nuevos alienígenas estaban sumidos en la barbarie, esclavizados por crudas supersticiones o simplemente inconscientes de la magnitud del gran destino que se desarrollaba ante ellos, el Emperador dijo que todos deberían ser bienvenidos al emergente Imperio Terra.

Resurgimiento de los Tzynn

Los humanos redescubrieron a los, ahora como piratas espaciales tras la caída de su gobierno central, en los planetas que rodeaban a su primera gran colonia, Bekenstein. Pronto llegaron señales que informaban de tribus Tzynn dispares dispersas por todos los sistemas estelares que investigaban. Los sofisticados humanos aprendieron rápidamente a identificar la firma Tzynn reveladora en su equipo de escaneo, y apareció con alarmante regularidad en planetas, lunas, cinturones de asteroides y prácticamente en cualquier lugar que pudiera albergar vida. Fueron necesarias muchas batallas antes de que los humanos abandonaran por fin sus inútiles intentos de absorber a los Tzynn de la forma en que habían tenido tanto éxito con una docena de otras civilizaciones alienígenas; simplemente no había negociación con tales criaturas.

Leonardo finalmente admitió que estos alienígenas eran una causa perdida y modificaron los protocolos para renunciar a cualquier intento de integrar a los Tzynn en el Imperio Terra, declarando, a los Tzynn como "Hostes Genaris Humani", la primera vez que se aplica esta categoría en una especie inteligente no humana.

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