Capitulo 8. Claustrofobia

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 —Hay qué tranquilizarla como sea. ―comentó Jose a Angy, la chica se puso de rodillas y sacó una vela negra y un cuchillo.

—Haré un ritual que traiga a un demonio que sea capaz de tranquilizarla. ―le comentó la chica que cerró los ojos y se puso a recitar un cantico satánico.

Jose la miro estupefacto, ¡¿pero qué coño?! ¿¡A quién se le ocurre invocar a un demonio en un momento así?! La chica se hizo un corte en el dedo y vertió su sangre sobre la vela; empezaba a entender porque Evan le tenía tanto miedo. Apartó la mirada de Angy, al parecer no iba a servirle de gran ayuda. Decidió ignorar a Angy y que hiciera lo que le diera la gana, volteó hacia Nora y se la encontró golpeando la puerta con fuerza mientras suplicaba ayuda. Jose se acercó a ella.

—Nora, trata de calmarte. No va a pasarte nada. ―intentó relajarla pero ella siguió golpeando la puerta.

—¡Socorro! ¡Sáquenme por favor! ―chilló Nora completamente histérica. ― ¡Socorro! ¡Por favor, quiero salir! ¡Nos vamos a quedar sin aire! ¡Ayúdennos!

—Nora.―Jose se colocó delante de ella y le sujetó las manos, pero ella se deshizo de él y siguió aporreando las puertas. Sin embargo no se dio por vencido y la sujetó por los hombros obligándola a mirarlo a la cara, Jose se fijó en que tenía los ojos llorosos. ― No va a pasarte nada.

—Mentira, ¡nos vamos a quedar sin aire! ¡Moriremos aquí asfixiados! ¡Socorro! ¡Ayuda por favor! ―gritó Nora de nuevo apartando a Jose y golpeando la puerta, él suspiro resignado.

No sabía qué hacer para tranquilizarla, y se estaba empezando a desesperar. Vio como Nora dejó de aporrear la puerta y se dejaba caer de rodillas en el suelo mientras sollozaba en silencio. Se acercó a ella de nuevo y se agachó a su lado.

— ¿Estás bien?

—¡Claro que no! Cada vez me falta más el aire, y estoy empezando a marearme. ―se quejó Nora con los ojos cerrados llorando en silencio, Jose apoyó su mano en el hombro de ella.―Ojalá Matt estuviese aquí.

Jose la fulminó con la mirada, estaba haciendo su mejor esfuerzo por tratar de relajarla y encima ella se quejaba y reclamaba al rubio. Se fijó en que Nora respiraba cada vez más agitadamente y se había llevado las manos a la cabeza. Estaba empezando a hiperventilar, necesita que se relajase como fuese.

— Nora. ―llamó pero ella no le hizo caso, así que la cogió por los hombros y la obligó a mirarle a los ojos.―Mírame, no va a pasarte nada. No voy a dejar que te pase nada.

Nora lo miró a los ojos y Jose apretó sus manos sobre sus hombros y trató de mostrarse seguro; sin embargo, ella seguía respirando irregularmente, muy nerviosa y con claros signos de estar a punto de perder el conocimiento. Pensó todo lo rápido que los nervios le permitían, tenía que hacer algo y tenía que hacerlo ya.

—Tengo que hacer que te relajes antes de que colapses.―murmuró Jose buscando inspiración por el ascensor, se fijo en que Angy había dibujado un pentágono en el suelo y estaba en el centro de él rezando a un tal Azazel. Definitivamente esa chica había perdido el juicio; Nora se echó hacia adelante y apoyó la cabeza en su pecho lo que lo preocupó enormemente.

— No puedo respirar. ―susurró Nora limpiándose las lágrimas con las manos.

Definitivamente tenía que hacer algo ahora mismo, no podía permitir que Nora se desmayase delante de él. Bel lo mataría, Evan lo mataría, Matt lo mataría, Sonia lo destrozaría, lo poco que quedase de él sería incendiado por Dafne y quizás los indios de primero de la E.S.O correrían sobre sus cenizas.

—Necesito que confíes en mí. ―pidió a Nora que separó la cabeza de su pecho y lo miró extrañada. Jose se levantó obligándola a hacer lo mismo, él sostuvo su mano con fuerza y la arrastró hacia la pared; Jose se apoyó contra la pared y se sentó haciendo que Nora se sentase en el suelo y apoyase su espalda sobre su pecho.―Ahora cierra los ojos y cuéntame todo lo que haya pasado en el último libro que hayas  leído.

Tienes que ser tú (TQST Libro #1)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora