La Recaída

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Cada verano siempre algún chico rico hace una mega fiesta para empezar con las vacaciones, este año ese o esos chicos ricos, éramos nosotros, si había algo que a Mario y a mi nos encantaba, era dar una buena fiesta y siempre hacer una entrada triunfal.

Hariamos la fiesta en la mansión y solo 100 de nuestros amigos más cercanos estarían ahí, había tanto por hacer, banquete, decoraciones, música, ser el host no es una tarea fácil.

Le insistí tanto a Mario que no invitará a Aby, pero últimamente mi hermano hacía lo que se le daba la gana, por supuesto que la invitó pero eso yo no lo supe hasta que comenzo la fiesta, cuando cayó la noche ya estaba casi todo listo, estaba por bajar a checar los últimos detalles de la fiesta cuando Mario entró en mi habitación y me pidió ayuda con su corbata, él nunca ha sabido cómo hacerla y yo tuve que aprender para ayudarlo.
-¿Estas emocionado por la fiesta?- le pregunté a Mario mientras le arreglaba su corbata.
-La verdad es que si, le pedí a Aby que viniera-me respondió muy entusiasmado
-¡Vas muy encerio con ella eh! De verdad te gusta-.
-Si Mariano, me gusta mucho, no me sentía así desde hace tiempo, ¿Sabes algo? Le pedire que sea mi novia, esta noche, ¿qué opinás?.-en ese momento me quedé en shock por una fracción muy pequeña de segundos, no dije nada y terminé por fin de hacer la corbata de Mario.
-¿Estás seguro?, Mario ella no me da confianza, no creo que sea bueno que este cerca de ti. -
-Mariano, a ti nadie te da confianza, ninguna de mis parejas las has aprobado-.
-Por qué no has sabido escoger Mario, tu tampoco me la pusiste fácil cuando empecé a salir con Ross, y te demostré que el valia la pena, y en cambio tu has estado con chicas que no han sido buenas y te han dañado-.
-Aby es diferente, puedo sentirlo, solo confía en mí esta vez ¿si? -.
-Sabes que solo quiero lo mejor para ti, así que esta bien, si ella de verdad te gusta, tratare de darle una oportunidad -.
-Gracias hermano, eres el mejor-. Me abrazo y después procedimos a salir de la habitación y bajar a la fiesta.

MARIO:
Me entusiasma la idea de ser los anfitriónes de la fiesta de verano este año, quiero impresionar a Aby, ya se tal vez suena algo trillado querer lucirse en que una fiesta salga perfecta solo para impresionar a una chica que te gusta, pero Aby de verdad me gusta demasiado, se que a Mariano no le agrada mucho Aby, pero tendrá que acostumbrarse a ella ya que planeo pedirle que sea mi novia esta noche y de aceptar pasara mucho tiempo con nosotros, tal vez te preguntes por que me importa tanto lo que mi hermano piense  de ella, verás lector, desde pequeños siempre fuimos solo Mariano y yo, nuestros padres siempre estaban trabajando y él y yo solo nos teníamos el uno al otro, siempre hemos hecho todo juntos, Mariano es la persona más importante para mi, por eso quiero que Aby y él tengan una buena relación al igual que yo la tengo con Ross.

Mario y yo nos preparamos para hacer nuestra entrada triunfal como tanto nos gustaba hacer en cada fiesta, yo llevaba mi cabello peinado hacia atrás y un muy bello vestido negro que parecía de princesa, lo acompañe con un muy elegante collar de perlas, si hay algo que de verdad gusta es la atención y siempre dar de que hablar, ese soy yo.
Mario llevaba su cabello un poco rebelde y sin peinar y un traje azul que le quedaba muy bien, zapatos cafés y un bello reloj en su muñeca izquierda, todos nos miraron en ese momento en que bajamos por las escaleras, nos veíamos tan bien, dos gemelos idénticos pero con gustos tan diferentes, eso es lo que siempre decían de nosotros. Llegamos al final de las escaleras y ahí estaba Ross esperándome, me tomo del brazo y nos incorporamos a la fiesta.
Mario se quedó junto a esas escaleras a esperar a Aby, ella apareció unos diez minutos después, los ojos de mi hermano se iluminaron de un modo tan mágico, de verdad se estaba enamorando de ella, Aby llevababa un vestido azul que hacía juego con el traje de Mario, se saludaron e igual se incorporaron a la fiesta, Ross y yo nos los topamos minutos después.
-Buenas noches Aby bienvenida, te ves muy bien esta noche-, trate de ser amable.
-También tu, te ves muy bien Mariano, no tanto como Mario pero te ves bien. - soltó una risa sarcástica y abrazo a Mario.
-Bueno chicos sigan disfrutando, nosotros iremos a bailar -. Tome a Ross por el brazo y fuimos a la pista de baile.

MARIO:
Aby no tenía muchas ganas de bailar, así que salimos al patio de la mansión a caminar y tomar un poco de aire, se ve bellísima esta noche, le dije que mi traje sería azul para que conbinaramos atuendos, Mariano y Ross siempre lo hacen y pensé que sería buena idea, mientras caminábamos bajo las estrellas de aquella noche, tomé fuerzas para hacerle la tan esperada propuesta.
-Aby me gustaría preguntarte algo-fui directo al punto, ella me miró fijamente y tenía su atención puesta en mi.
-Se que nos conocemos hace muy poco tiempo, pero me gustas mucho y me haces sentir increíble, ¿quisieras ser mi novia? -.
-¡Claro que si Mario! Tu también me gustas mucho, pensé que no te atrevería a preguntarme. -
Nos besamos y después de eso ella sacó algo de su bolso que yo reconocí al instante.
-¿Qué te parece si celebramos con esto? -.
Mis ojos se abrieron tanto del asombro
-Aby ¿de dónde sacaste eso? -.
-De vez en cuando me gusta hacerlo, me hace sentir relajada y también en momentos dónde me siento muy feliz. - respondio
-¿Desde cuándo consumes esto? - le pregunté en un tono más serio.
-Eso no importa Mario, ¿de verdad no quieres un poco? Ya veras que te gustara-.
-No Aby no quiero, y tu tampoco deberías hacerlo-.
-¡Ay no seas aguafiestas! Hazlo por mi ¿si? Solo esta vez, te lo prometo.-
Acababa de regresar de rehabilitación y le había hecho la promesa a Mariano de no volver a consumir, pero Aby acaba de aceptarme como novio y no queria que pensara que no estaba a su altura, así que aunque estaba muy nervioso acepte, las drogas son un círculo vicioso, es casi imposible parar, Aby y yo nos metimos lo que traía aquella noche, y me sentí tan feliz y libre, aunque de haber sabido lo que pasaría después, sin duda abría dicho que no.

-Tengo que buscar a Mario, hace un rato que no lo veo-.
-Debes dejar de preocuparte tanto por él cariño -. Me dijo Ross, pero él no entiende que Mario es mentalmente inestable y puede dejarse influenciar muy fácilmente.
-Iré a buscarlo, ¿vienes conmigo o no? -.
-Si, vamos -.
Ross y yo empezamos a buscar a Mario por toda la mansión obviamente tendrían que estar con Aby, después de no encontrarlo en la casa salí al patio trasero y en efecto ahí estaba, acostado en el césped con Aby a un lado.
-Mario, te he estado buscando ¿qué haces aquí? - le pregunté preocupado.
-Mariano hermanito, que bueno que veniste, ven acuéstate a mi lado, estaba contemplando las estrellas con Aby - me abrazo y no paraba de reír, después de tantas veces de verlo recaer conocía perfecto como actuaba cuando estaba drogado.
-¿Estás drogado?- trato de irse, lo tomé del brazo y lo mire a los ojos, los tenía super rojos.
-¡Carajo Mario! Claro que estas drogado, vámonos - en ese momento Aby también se levantó del césped y se puso enfrente de mi.
-Mariano relajate solo las estábamos pasando bien -.
-¿Que mierda le diste a Mario? ¿Si te menciono que acaba de salir de rehabilitación?. -
- ¿No crees que él ya está lo suficientemente grande para decidir qué hacer o no? Solo estabamos felices por que ya somos novios y nos dejamos llevar.-
-Largate de mi casa ahora mismo, no te quiero cerca de mi hermano -. Me quiso tomar del brazo mientras intentaba llevarme a Mario  la habitación, lo que menos quería era hacer un escándalo en la fiesta, pero no sería una buena fiesta sin uno.
-No me toques Aby y largate si no quieres que te saquen por la fuerza, te puedo acusar de haber drogado a mi hermano y querer aprovecharte de él, así que no me provoques y solo vete -.
-No te tengo miedo ¿sabes? Tal vez pienses que intimidas a todos con la actitud de diva que siempre tienes, pero lo unico que das es pena, por eso tu madre los dejo, por qué todo lo que hay alrededor de ti y de Mario es caos.-
- ¿Y así dices quererlo? Sabía que no eras buena para él, vete y no te acerques jamás -.
-Claro que lo quiero -.
-Pues no se te nota, Ross encargate de que saquen a esta mujer de mi casa, la fiesta terminó, y si se te ocurre volver a buscar mi hermano, creeme Montgomery te juro que voy a destruirte. -

Los guardaespaldas llevaron a Aby a la salida de la casa,mientras todos los invitados también se iban, Ross me ayudó a llevar a Mario a su habitación que estaba que se desmayaba de lo drogado que estaba,llegamos a su cama y lo acostamos, lo abrigue con sus cobijas y me acosté a su lado.
-¿Quieres que me quede a hacerte compañía?- pregunto Ross.
-No es necesario, va a estar bien, ve a casa, hablamos mañana. - se acercó me dio un beso en la frente y después se fue, yo me quedé acostado alado de mi hermano hasta quedarme dormido... Creí que sería fácil alejar a Aby Montgomery, pero no lo fue.

El secreto de los hermanos VegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora