Había pasado una semana desde que Luzu enfermó, sus vómitos y nauseas cesaron, podría decirse que se sentía mucho mejor, Vegetta ya le permitía salir de la cama no solo para ir al baño o cambiar las sábanas, el castaño se sentía un tanto cómodo de poder pasearse por su casa con libertad, aunque aún no le era permitido salir de la cabaña, según el príncipe, porque se tenía que recuperar por completo pero realmente era para que Quackity no tuviera la oportunidad de acercarse.
El príncipe, tal y como le había advertido al azabache, ordenó a algunos guardias a vigilar el hogar de su mejor amigo, habían alrededor de seis caballeros rodeando aquella zona, Auron y el ojivioleta tomaban turnos para cuidar al de mirada carmín, y este en cuanto su salud, estaba mejorando pero su estado de ánimo empeoraba cada vez más, ocultaba su tristeza y culpabilidad detrás de una sonrisa forzada.
Extrañaba tanto a su patito, nadie le daba noticias de Calamardo, nadie sabía dónde estaba, a excepción de tres personas, se sentía culpable por haberlo perdido, pero al mismo tiempo su corazón se llenaba de calor al imaginar que Quackity no lo visitaba porque estaba ocupado buscando al pato que ambos cuidaban como un hijo, imaginaba escenarios donde Quackity entraba a su habitación con su resplandeciente sonrisa y aquel brillo en sus ojos mientras cargaba a Calamardo en sus brazos.
Sonreía de tan solo pensar que algún día eso pasaría.
Estás soñando demasiado, Luzu.
Por el lado del azabache, este aún tenía ganas de llorar pero se sentía seco, se encontraba en el sofa, su cuerpo enrollado en una manta gris, su cabello desordenado, con ojeras y ojos apagado, incluso no traía su gorro, no recordaba donde lo había dejado.
Hace dos días, su padre adoptivo, Willyrex, le había traído noticias sobre Luzu, le animaba saber que su castaño ya se encontraba mejor como para recibir a sus invitados pero que no tenía autorización para salir de su hogar y eso lo desanimaba, porque había confirmado por si mismo, que el príncipe de Karmaland había cumplido con su advertencia de su última discusión, la casa de Luzu estaba siendo vigilada y para empeorar su humor, detestaba saber como Auron salía y entraba las veces que él quería a la cabaña. El azabache soltó una risita sin gracia mientras sentía un pinchazo en su corazón.
"Yo puedo entrar a la casa de Luzu cuando se me antoje"
Recordaba las cosas que le había dicho a Auron semanas atrás con intensión de molestarlo, hacerlo sentir inferior a él, de hacerle saber que él no significaría tanto para Luzu como Quackity lo significaba. Recordaba sus palabras y las comparaba con su situación actual como si quisiera hacerse daño.
Ahora, Auron era el que podía entrar a la casa de Luzu cuando se le antojara.
"tengo acceso a su personalidad VIP"
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𝐶𝑒𝑙𝑜𝑠 ||ℒ𝓊𝒸𝓀𝒾𝓉𝓎ت︎||
Fanfiction𝑼𝒏 𝑐𝒉𝑖𝑐𝑜 𝑒𝑥𝑡𝑟𝑜𝑣𝑒𝑟𝑡𝑖𝑑𝑜 𝑦 𝑜𝑡𝑟𝑜 𝑢𝑛 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜 𝑟𝑒𝑠𝑒𝑟𝑣𝑎𝑑𝑜 𝑠𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑜𝑐𝑒𝑛, 𝑠𝑒 𝒉𝑎𝑐𝑒𝑛 𝑎𝑚𝑖𝑔𝑜𝑠 𝑦 𝑠𝑒 𝑎𝑔𝑎𝑟𝑟𝑎𝑛 𝑐𝑎𝑟𝑖𝑛̃𝑜. ¿𝑄𝑢𝑒 𝑝𝑜𝑑𝑟𝑖𝑎 𝑠𝑎𝑙𝑖𝑟 𝑚𝑎𝑙? ¿𝑄𝑢𝑒 𝑝𝑎𝑠𝑎 𝑠𝑖 𝑢𝑛𝑜 𝑑𝑒...