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"Está muy interesado en ti"
El azabache caminaba por el pueblo, por su máscara parecía que tenía la cara hacia enfrente, pero su mirada estaba enfocada en el suelo, mientras recordaba las palabras importantes que el sacerdote del pueblo le había dicho.
"Le hablé sobre tu amistad con Rubius"
El azabache no sabía ni a dónde dirigirse, se sentía perdido.
"Le hablé sobre tu " familia". "
El de ojos marrones frunció el ceño.
"Me dijo que eres exactamente su tipo"
El menor sintió un dolor en su estómago, parecido a como si le estuvieran picando con algo filoso.
"También me hablé sobre tu amistad con Luzu"
No pudo evitar apretar los puños, levantó la mirada y corrió hacia la casa de Luzu, tenía que asegurarse que estaba bien.
Su amado ahora corría un gran peligro y no iba a permitir que algo le ocurriera por su culpa.
El chico no estaba atento en el camino, seguía perdido en sus pensamientos y en su paranoia, a consecuencia de eso, chocó con alguien y terminó en el suelo.
–Fíjate, pende...–se quedó callado al mirar quien era– Lo siento, pa' –soltó un suspiro y se levantó del suelo con ayuda del hombre de cabello pálido.
–Deberías tener más cuidado, niño –sonrió ligeramente– ¿A dónde tan apurado? –preguntó aún conservando su sonrisa.
–¿Luzu...Está en su casa? –preguntó intentando ocultar su angustia.
–Si, hace unos minutos llegamos al pueblo –se humedecio los labios– pasé a su casa por algo y nos tomamos un café pero después tuve que irme.
–Genial, te veo después! –comenzó a correr.
–No! Espera! ¡¡Te recomiendo no ir!! –dijo elevando su voz,pero le resultó inútil.
El hombre de traje verde soltó un suspiro mientras negaba dando ligeros movimientos de cabeza.
El azabache corrió hasta llegar a la casa del castaño, débilmente subió los escalones, al encontrase frente a la puerta, apoyó sus brazos sobre sus rodillas e intentó normalizar su respiración, pero después de unos segundos se enderezó y dio unos ligeros golpecitos en la puerta.
