El azabache se dirigía a la gran recepción con la que contaba el casino de su padre, estaba a punto de salir con el chico que le atraía y eso lo hacía sentir emocionado y nervioso, iba acomodando sus prendas, quería verse perfecto, aunque al final del día terminaría todo desarreglado como siempre.
Levantó la mirada al escuchar una melodia compuesta con guitarra, pero no encontró a nadie, caminó por aquel largo pasillo hasta abrir la puerta principal y encontrarse a un castaño de cabello ruloso, sentado al final de las escaleras, tocando la finas cuerdas de una guitarra acústica de color marrón. El chico con gorrito se acercó curioso y luego sus ojos se encontraron con los ojos oscuros del mayor.
–No sabía que tocabas la guitarra –dijo tranquilo mientras tomaba asiento en el mismo escalón que el otro pero conservando su distancia.
–No lo sabías porque no me preguntas –respondió mientras tocaba algunas cuerdas, formando una melodia corta.
–No me gusta relacionarme con los socios de mi padre –mintió, en realidad no quería relacionarse con él.
–No soy el socio de Sam –dijo serio y miró al azabache– seré tu futuro socio.
–ujum –musitó mientras desviaba la mirada– ¿podrías enseñarme? –preguntó mientras jugaba con sus dedos.
El castaño no pudo disimular su alegría, era la primera vez que hablaba con el menor, la primera vez que intercambiaban palabras y no sólo un saludo formal.
–Por supuesto, ¿quieres empezar ahora? –preguntó disimulando su emoción.
El azabache negó haciendo ligeros movimientos de cabeza.
–Tengo planes ahora mismo –se humedecio los labios– pero...¿Puedes mañana? –finalmente se atrevió a mirarle.
El de ojos oscuros estaba decepcionado pero se limitó a forzar una pequeña sonrisa sin mostrar su dentadura y asintió suavemente.
–Gracias... –agradeció en un murmuro que el castaño había alcanzado a escuchar y sonrió levemente.
El azabache no se sentía del todo cómodo con la presencia del más alto, Wilbur es tres años mayor que él, lo hacía sentir pequeño y no le agradaba eso, era como sentirse inferior y su padre le había dicho que no era correcto sentirse menos que nadie, porque él era perfecto y con esfuerzo, podría llegar a tenerlo todo.
Pero no era solo la diferencia de edad, algo no le agradaba del castaño, era físicamente atractivo, era muy educado, lo admitía, pero algo no le agradaba, su conciencia siempre le decía que escapara y hasta ahora obedecía, a excepción de ese día.
Wilbur no se sentía incómodo con el silencio que había entre ambos, estaba acostumbrado pero quería seguir hablando con aquel chiquillo, y estaba a punto de hablar pero alguien más lo hizo.
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𝐶𝑒𝑙𝑜𝑠 ||ℒ𝓊𝒸𝓀𝒾𝓉𝓎ت︎||
Fiksi Penggemar𝑼𝒏 𝑐𝒉𝑖𝑐𝑜 𝑒𝑥𝑡𝑟𝑜𝑣𝑒𝑟𝑡𝑖𝑑𝑜 𝑦 𝑜𝑡𝑟𝑜 𝑢𝑛 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜 𝑟𝑒𝑠𝑒𝑟𝑣𝑎𝑑𝑜 𝑠𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑜𝑐𝑒𝑛, 𝑠𝑒 𝒉𝑎𝑐𝑒𝑛 𝑎𝑚𝑖𝑔𝑜𝑠 𝑦 𝑠𝑒 𝑎𝑔𝑎𝑟𝑟𝑎𝑛 𝑐𝑎𝑟𝑖𝑛̃𝑜. ¿𝑄𝑢𝑒 𝑝𝑜𝑑𝑟𝑖𝑎 𝑠𝑎𝑙𝑖𝑟 𝑚𝑎𝑙? ¿𝑄𝑢𝑒 𝑝𝑎𝑠𝑎 𝑠𝑖 𝑢𝑛𝑜 𝑑𝑒...