¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El de mechón rubio abrió con cuidado la puerta de madera que daba acceso a la habitación del castaño y luego la cerró detrás de él cuando se adentró a la recamara, le regaló una linda sonrisa al de ojos rubíes para luego colocar la charola en las piernas de Luzu.
-Vegetta quiere que te comas todo -comentó conservando su sonrisa.
El castaño le sonrió levemente, tomó la cuchara y comenzó a mover la sopa con ayuda del cubierto.
-Escuché mucho ruido en el pasillo...¿Quien vino? -preguntó curioso.
-Ahh -se humedecio los labios- vino uno de tus amigos pero no conozco su nombre -mintió- Vegetta le dijo que estabas durmiendo y necesitabas descansar y se fue, pero después se fue por tus analgésicos...los necesitas -forzó una sonrisa y al mismo tiempo se mordió la parte interna de su mejilla.
El castaño asintió no muy convencido de sus palabras, pero no dijo nada y comenzó a comer, no le gustaba enfermarse, Vegetta solía comportarse muy sobreprotector con él, pero amaba el sabor de la sopa que le preparaba su mejor amigo.
-Querías hablar conmigo anoche... Ahora podemos hablar, estamos solos...-tomó asiento en la silla de madera que se encontraba cerca de la cama, ignorando el balde de hierro con vómito.
Los ojos rubíes del castaño y los ojos oscuros del de mechón rubio se encontraron, Luzu vio como aquellos ojos a pesar de ser negros, tenían un brillo muy lindo, un brillo que sólo veía cuando lo miraba a los ojos.
¿Por qué si te das cuentas de ese brillo en los ojos de Auron, y no del brillo en los ojos de Quackity cada vez que te mira?
Tal vez puede ser, porque está al tanto de los sentimientos de Auron hacia él, pero no de los sentimientos de Quackity. Auron le avisó que lo estaría cortejando por que le interesaba, pero Quackity...se enteró por una nota de Sapo Peta, que el semidiós de Karmaland y el hibrido de Pato habian tenido un pequeño encuentro romántico y poco a poco se fue enterando que la relación tan extraña que tenían, había terminado.
Tal vez también podía ser porque ya te acostumbraste a ver ese brillo en los ojos de Quackity, ya te acostumbraste a verlo lleno de alegría y tan radiante como el Sol, que ese brillo en sus ojos siempre que te ve, lo confundes como parte de su personalidad.
Quizás son ambas razones...
Sea como sea, Luzu terminó recordando su pequeña danza con Auron en aquel lujoso salón que Vegetta tenía en su castillo, recordó aquella cintura, aquellas suaves manos en los hombros ajenos, recordó esa máscara observándolo, recordó el momento en el que su corazón se rompió como si fuera un objeto de porcelana, recordó aquellos rosados labios pegados a los delicados labios de su chico. Sus nauseas regresaron, le dio su plato de sopa al de mechón rubio y este le acercó el balde de hierro, así expulsando la poca cantidad de sopa que había ingerido.
