Capitulo 9

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Camille

Aunque no estaba muy contenta por trabajar en una librería, siento un fresquito al saber que podré ganar dinero y que aparte no me quedaré sin hacer nada en este semestre. Mi padre esta mañana me levantó echándome agua fría en la cara, así que he amanecido de mal humor, me colocó mi uniforme de trabajo (que no es muy complicado) un buzo naranja y unos jeans negros, me hago una coleta de caballo, reviso mi móvil antes de dirigirme hacía la sala en dónde se hallaba el molesto de mi tío Arti en el sofá, comiendo doritos picantes.

—¿No crees que es muy temprano para comer picante? —suspiro al mismo tiempo en el que abro la nevera, —supongo que tú gastritis te lo va a agradecer.

—¿No crees que es muy temprano para que te metas en lo que no te importa, niña?

Cierro la nevera luego de sacar un jugo, ruedo los ojos e ignorandolo me encaminó hacia el primer piso para que mi madre me lleve al trabajo. Pienso en Danny y en todo lo que me dijo la última vez, no quisiera dejar la relación en estos términos sin embargo ella no parece dejarme otra opción.

Bajo rápido las escaleras del porche en cuánto veo a mi madre subirse al auto. Sin embargo cuando voy a abrir la puerta me percató de que esta bloqueada.

—¿Ma? Abréme porfavor. —pido casi en súplica.

—Lo siento Cam, tendrás que tomar el bus.

—¿Para qué si vamos al mismo sitio?

—Porque no quiero que subas a mi auto. El hecho de que te haya contratado no quita que no siga furiosa contigo. —advierte, —sino quieres tomar el bus vas a tener que ir en el techo del auto.

—¿Qué? ¿Mamá? ¡Soy tú hija!

—Una hija con deberes.

Me cruzó de brazos, —Y derechos.

—Qué raro, esos solo aparecen cuando te convienen. —observa el reloj de su muñeca, —el bus sale en cinco minutos, ve a la estación antes de que lo pierdas.

—¡Ash, por qué eres así!

Mi padre aparece con dos cafés, me da un beso en la coronilla y se despide de mi para luego subir en el asiento del copiloto. No me queda mas remedio que ir a la estación, en poco tiempo llego a la librería, hace rato no venía a este lugar. Generalmente la gran cantidad de libros que hay aquí son promociones de los que publican mis padres, y cuando entre lo reconfirme.

Mi madre escribe libros infantiles, es docente de educación básica primaria e hizo una licenciatura en español, y por otro lado mi padre es psicólogo tiempo después hizo una licenciatura en letras, pero actualmente dirige una editorial, tiene un cine y algunas librerias.

Quiero a mis padres, pero a veces siento que se pasan con sus castigos. Mi madre está dándole indicaciones a una chica sobre unos libros, yo mientras espero en el mostrador como si ese fuera mi puesto, sin embargo un apretón de oreja me sacude rápidamente ocasionando que chille de dolor y me bajé de la silla tras el escritorio.

Era mi madre.

—¡Ma, no me avergüences! —gruñó molesta.

—Tú sólita te estás avergonzando al sentarte ahí, nena te hice un favor. —goloea mi espalda suavemente, —Bienvenida a la librería.

—Pues vaya de bienvenida.

Rodó los ojos, —Solo quedan dos secciones de géneros literarios, romance y thriller psicológico. —avisa,—¿En cuál te quedas?

—Thrillers, no se nada de romance.

—Bueno,—nos dirijimos a esa sección —haz de cuenta que soy una clienta, —asiento —¿Qué libros de Thrillers me podrías recomendar? —pregunta mi madre.

Por cada melodia un arte #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora