Capitulo 14

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Camille.

Sonrió y decido responder a mi publicación por interno.

<< Borra ese comentario, ¿Qué te cuesta admitir que estoy hermosa? >>

Espere unos minutos hasta que vi que contestó.

<< Si me costará admitirlo, no estaría respondiendo tú mensaje.

<< ¿Qué quieres decir?

<< No contesto los dm de ig >>

<< ¿Qué hago, te felicito?

<< Prefiero que me envíes efectivo je>>

Maya me quita el móvil, y pone mala cara, estoy atenta de que no se atreva a revisar el chat de conversación que no alcance a cerrar.

—Préstanos atención, Cam. —dice molesta colocando el móvil debajo de su almohada.

—Lo haré, estaba revisando una cosa... Pásame el cel.

—Ash, esta bien, pero oyenos. —suspira resignada.

—¿De qué hablaban? —pregunté para intentar hacer creer que iba a prestar atención.

—De series, ¿Has visto Alice in bordeland? —me preguntó León mientras destapaba con los dientes un dulce.

—Es mi serie favorita, ¿Cómo no la vería? —dije con obviedad, —¿Han visto la chica nueva? Es una serie tailandesa.

—No, esa no.. —susurra Maya, —la pondré en mi lista para verla junto con Alice.

—No te vas a arrepentir. —le aseguré, —¿Jugamos a los retos?

—Me parece bien, si no es pesado, sí. —accede Maya destapando una cerveza, —empiezo yo. Al que le caiga el pico de la botella deberá cumplir el reto que se le ponga.

Mientras la botella giraba no dejaba de pensar en el reto que podrían llegar a ponerme, en ese momento se detuvo en León, —Adelante. —dice con gesto rendidor apoyando las manos a sus costados.

—Te reto a que llames a tú novia y le digas que extrañas a tú ex. —propongo maliciosamente con una sonrisa.

León frunce el ceño y maya se ríe, —Ey, no, no ¿Y si me terminan?

—Ya no es nuestro problema. —me apoya maya encogiendose de hombros.

León intercala su mirada asesina entre ambas y asiente marcando el número, al segundo responde, —Aló cariño. —habla la chica con voz chillona desde el otro lado del altavoz, —¿Estás ahí mi..? —comenzó a rugir como león, Maya y yo intentabamos aguantar la carcajada.

León nos miró mal y rodo los ojos en cuánto vio que con gestos lo alentabamos a que le respondiera, —Si, aquí estoy. —contestó secamente.

—Ey, leoncito, rugeme.

—No es el momento...

—Rugeme, rugeme...

Maya y yo nos echamos a reír, —Estoy algo ocupado, Melany.

Melany comenzó a llorar, —¿Ya no me quieres? ¿O estás con una zorra? Recuerda que a los leones les encanta.

Él suspira, y ruge, —Ahí esta tú rugido.

—Nuestro rugido mi leoncito bebé.

—Melany, extraño a mi ex.

—¿Del 1 al 10?

Por cada melodia un arte #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora