• Relatos || Pablizza / Benjamila •

Regalo Especial

Aclaraciónes:

- Cruz es Benjamín que sale en alma pirata, y cami si es cami JA.

- El texto en cursiva es narrado en pasado.

- Prestar atención a las fechas.

5 de Enero 2013.

Camila tomó un marcador y tachó el número en el calendario. Solo quedaban un días para Reyes y se estaba poniendo de los nervios.

6 de Enero 2013.

¿Qué tenía de especial ese día?

Para ella significaba muchas cosas a parte de ser el tradicional día de Reyes. No solía volverse muy loca durante las fiestas con el tema de los regalos, pero este año era diferente y por eso llevaba dos semanas buscando un regalo... bueno, el regalo lo tenía, lo que no sabía era cómo prepararlo.

Al contrario que ella, Cruz siempre había sido muy detallista con todos sus regalos, todos eran especiales y significaban algo, y se pasaba días -incluso semanas- preparando todo para que saliese a la perfección. Desde que habían empezado su relación, esa era una fecha muy especial para ellos, y no solo porque a Cruz le gustase expresar su amor por ella en forma de regalos ese día, si no porque era una fecha importante para ellos. Era su aniversario. Cruz había insistido en "Oficializar" su relación ese día porque "era una fecha especial".

Mientras intentaba -sin mucho éxito- abrocharse los vaqueros, recordó las primeras navidades que pasaron juntos.

23 de Noviembre de 2008.

Como cada invierno, Camila estaba trabajando en la cafetería de su tío, le echaba una mano y de paso podía ahorrar algo de dinero para la universidad, ya que a lo largo del curso le costaba más trabajar. Ese día en particular había mucho lío por allí: gente de todo tipo buscando el calorcito de la chimenea, el café y chocolate caliente, padres que aprovechaban para pasear con los niños, niños que ensuciaban todo, por supuesto; adolescentes cotilleando, parejas melosas...

Oyó la campana que anunciaba la llegada de un nuevo cliente y, tomando un largo suspiro, trató de poner una sonrisa amable.

En la mesita más cercana a la chimenea, la esperaban la pareja más perfecta que hubiese podido imaginar. Ambos rubios, altos, de ojos azules, GUAPOS.

"Dios los cría..." pensó.

-¿Puedo ayudarles en algo? -preguntó, mirando primero a la chica, que se había quitado el gorro y los guantes y había acercado las manos al fuego para calentarse, y luego al chico que la miraba con una sonrisita... extraña.

Camila rio al recordar lo indignada que se había sentido aquella tarde. Cruz y la chica se habían tumbado en el pequeño sofá de dos plazas, tomando chocolate caliente, y él se había pasado toda la tarde observándola mientras su acompañante no paraba de cotorrear. Lo había pillado mirándola un par de veces, y aunque al principio no le dio importancia, luego empezó a molestarse y terminaba por ponerle mala cara cada vez que lo pescaba, para luego mirar a su pareja como indirecta, pero él solo sonreía más y seguía mirándola.

En el momento en que la chica se había disculpado para ir un momento al baño, él se había acercado rápidamente a la barra.

-¿Deseaba algo más? -preguntó Camila, ya sin disimular su disgusto.

-En realidad... si -dijo él con una sonrisita compradora- Desearía saber si algún día tendría la oportunidad de disfrutar de la compañía de tan bello ángel.