• Relatos || Pablizza / Benjamila •

Fugitivos

Otro día más de instituto y como no, iba a volver a llegar tarde a clase, tendría suerte si llegaba a tiempo. Me dirigí rápidamente a mi taquilla para sacar mis libros, cerré fuerte la puerta y me giré para salir en dirección a mi clase de Biología.

Corría por el pasillo cuando choqué contra algo duro que provocó que diera unos pasos hacia atrás a la vez que una mano grande me agarraba impidiendo que mi trasero tocara el suelo. Cuando levanté la mirada maldije mi mala suerte, el eje de todos mis problemas estaba ante mis ojos.

- ¡¿Por qué no miras por dónde vas?! ¡Algún día vas a conseguir matarte o peor aún, matar a alguien! – gritó.

- No tendré tanta suerte, aunque si quieres la próxima vez que choque lo hago cuando estés al borde de un precipicio – le contesté.

- No te pases Camilita – me dijo a la vez que me acercaba más a él – últimamente no estás actuando como una novia enamorada y eso no me gusta nada.

- Y ¿qué culpa tengo yo de tener un “novio” idiota? – le espeté a la vez que trataba de soltarme de su agarre – sabes muy bien por qué tengo que aguantarte y hacer como si todo fuera un cuento de hadas, no me pidas que además lo viva de verdad Mariano.

- Sabes que todo sería más fácil si te dejaras llevar – dijo esta vez en un tono meloso acercando su boca a mi oído – y solucionáramos todos nuestros problemas en mi cama.

- ¡JA! Ese sí que ha sido un buen chiste – le solté intentando apartarme de él- aprovecha lo que te regalo porque te juro que como consiga esa cinta no vas a volver a sonreír en mucho tiempo.

- ¿¡Me estás amenazando!? – preguntó en tono burlón

- No, solo te aviso.

De un tirón conseguí separarme un poco de él para dar por terminada la charla, cuando de pronto sonó un ruido a mi espalda , intenté girarme para ver de quién se trataba pero me fue imposible ya que -vuelvo a repetir- el idiota de mi “novio” me empujó contra la pared para después besarme.

Sí, ese ser al que despreciaba más que a nadie en el mundo, se daba el placer de besarme cada vez que le daba la gana y de tocarme cada vez que me descuidaba.

Me separé de él dándole un empujón y pude ver por fin quien había sido el autor del ruido. Pensé que no podía ir peor mi día, -Ja, reí interiormente- pero cuando vi a Benja en medio del pasillo viendo la escenita que me acababa de hacer Mariano, cerré los ojos y deseé poder desaparecer.

Ahí estaba, el chico por el que moría y cada vez que peleábamos acabábamos matándonos a besos, pero con el que no podía estar por culpa de ese estúpido vídeo que Mariano tenía.

Y os estaréis preguntando qué hay en el vídeo ¿verdad?

Pues he de decir que lo que contenía ese vídeo, no tenía que ver conmigo directamente, pero sí indirectamente. Cuando se acercó Mariano a mí por primera vez y me comentó lo que había hecho, pensé que era broma, pero cuando me lo enseñó quise matar a mi prima.

Si habéis escuchado bien, el vídeo era de mi prima y no mío. Resulta que hace unas tres semanas tuvo lugar una fiesta en la casa de un amigo de Mariano, en ella hubo alcohol, drogas y sexo, además de las demás cosas que hay en una fiesta como es música y risas.

En definitiva, yo se que mi prima es muy liberal -más de la cuenta-y más cuando bebe y hay chicos buenos de por medio, pero...

¡¡CÓMO IBA YO A IMAGINAR QUE ACABARÍA EN EL BAÑO CON DOS TÍOS Y QUE PARA COLMO, LA HABÍAN GRABADO TENIENDO SEXO CON AMBOS!!