Capitulo 1: Hablemos.

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— Entonces, estás diciéndonos qué

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— Entonces, estás diciéndonos qué... terminaste con ella. — Él asintió despacio, como si su propia mente tratara de engañarlo y hacerlo creer que no estaba diciendo la verdad.— Baji, eso ya lo sabemos, lo que queremos saber es que parte de tu cerebro dejó de funcionar como para que se te ocurriera semejante estupide-

— Chifuyu. — Mikey intervino al ver que uno de sus mejores amigos no tenía ninguna reacción, ni siquiera un movimiento involuntario en el rostro. Simplemente, un caparazón vacío.No tienes que darnos explicaciones a nosotros... pero, te aseguro que ella no está mejor que tú en estos momentos. 

— Yo no quería hacerlo...

— ¡ENTONCES, PORQUÉ!

— ¡POR QUE TENÍA QUÉ! — Ese grito dejó sin palabras a todos en esa habitación. Fue doloroso incluso escucharlo. — Yo... tenía qué. — Repitió, como si sus palabras dolieran en su boca. Nadie pudo decir nada más. 

Habían ido a prisas a donde se encontraba Baji después de escuchar algo que parecía una broma, de no ser porque el lenguaje corporal también hablaba. ¿Ellos ya no estaban juntos?, y que para rematar, ¿BAJI, el mismo BAJI KEISUKE, había terminado esa relación que le costó sudor, lagrimas e incluso sangre conseguir? Obviamente, quisieron escucharlo directamente de los involucrados, pero ninguno había asistido ese día. 

— Baji...— Chifuyu volió a retomar la palabra, esta vez más calmado, sentado a su lado en la orilla de la cama. Baji tenía la mirada perdida en el piso, no quería mirar a nadie. — Aquí adentro no arreglarás nada... tuviste tus razones, pero, no te haz rendido aun, ¿o sí?

— Está bien que quieras un tiempo para descansar, debes estar agotado emocionalmente, pero, cuando estés listo, nosotros podemos ayudarte con lo que sea que necesites. Los amigos también están para eso. — Mitsuya sonrió apaciguado al ver que había alzado la mirada por primera vez desde que invadieron su habitación. Él entendia que en esos momento no necesitaba regaños, solo compañía. — Y... ella también debe estar esperando por ti. 

— No puedo mirarla a la cara... no aun. — suspiró, volviendo a recostarse como estaba antes de que ellos llegaran, dándoles la espalda. — Y, por supuesto que no me he rendido aun, solo esperen a mi regreso... y cuídenla mientras no estoy. 

— Oh... respecto a eso, Kazutora dijo que la cuidaría mientras no estés con ella. — Mikey sonrió como si fuera una broma, aunque sus palabras fueran reales. Todos en la habitación, incluyendo a Baji miraron a Mikey con una mala cara, supuestamente era un secreto. — Apresúrate en volver su no quieres que Kazutora te la baje. 

— Ese maldito hijo de- — Chifuyu le tapó los labios antes de que terminara esa frase. Las madres son sagradas. Baji suspiró, quitándose la mano de la boca. — Mañana se convertirá en combustible. 

¡Voy a recuperarte, Baji!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora