capitulo 5: Inicios del plan

167 34 8
                                    

- Eso dije

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Eso dije... pero es difícil pensar en que puedo hacer...- Un suspiro escapó de sus labios frente a su amiga, quien ya había escuchado todo lo que había ocurrido en su ausencia. - Dime, Hina... ¿Cómo puedo convencer a Keisuke...?

- ¿Convencerlo? ¿Estás vendiendo algo, o tratas de cambiar una opinión?, _________, no tienes que convencerlo de nada. - Su amiga río, tomándola de las manos con una sonrisa tranquila, ya que imaginaba lo que podría estar pasando. - No tienes que preocuparte por "convencerlo"- negó con uno de sus dedos, para después tocarle la punta de la nariz. - ¡Potencia tu encanto hasta que ya no pueda resistir estar lejos de ti!

- ¡Es buena idea! - Chifuyu se adentró al aula, acompañado de los gemelos. Keisuke aún no llegaba, al parecer. - Debes empezar por un cambio de imagen.

- ¡Sí, que divertido! - Hinata es la más feliz con la propuesta del chico. Harían cosas muy femeninas juntas, algo que siempre quiso.

- E-esperen chicos, yo nunca he tenido nada distinto a lo que ven, es decir-

- ¡Tranquila! - Chifuyu se adelanto, colocándose delante de su pupitre con un aura que irradiaba confianza. - No tienes que cambiar demasiado, solo algunas cosas que potencien tu atractivo.

- ¡Anímate, ________!, puede funcionar mejor de lo que piensas. - Nahoya abrazó sus hombros en un amigable abrazo. Era tan parecido a colo abrazaba a todos que nadie le dio importancia. - Cuando hay un cambio repentino en la chica que les gusta, los hombres generalmente lo notan más de lo que deberían

- Y-yo... - presionó sus labios un poco, antes de escuchar la puerta abrirse nuevamente, captando la atención de todos dentro. Chifuyu se congelo cuando sus ojos se encontraron con él. - Keisuke...

Sus músculos se tensaron casi al instante cuando vieron unos brazos que no eran suyos ser tan amigables con la persona que le gustaba. Si tuviera menos autocontrol del que poseía ahora probablemente ya habría agarrado del cuello al gemelo de color naranja. Poco importaba que la haya soltado en cuanto lo vio.

- ¡B-buenos días, Baji! - Tembló su voz, Chifuyu sabía que estaba muy enojado, no podía evitar esperar lo peor.

Pero lo peor no ocurrió. Simplemente desvío la mirada de ahí y fue a sentarse a su asiento correspondiente. No hizo nada.

Aquello desconcertó a todos. Menos a la Chica. Ella tenía las mejillas de un lindo color pensando que había cruzado miradas con él nuevamente, siendo ajena al miedo de los demás.

- Está bien... - Susurró para ellos, sonriendo genuinamente a su amiga, tomando sus manos. - Hagamos lo que propusieron.

Mientras ellos susurraban lo que iban a hacer a continuación entre risas malévolas, Baji por fuera podría parecer muy tranquilo sentado en su lugar, pero realmente estaba apretando los dientes para disminuir las ganas de matar a Nahoya y no hacerlo en el primer golpe cuando estuvieran lejos de ella.

¡Voy a recuperarte, Baji!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora