El Mar y la Tierra [Good Omens]

Suave Brisa

Dedicado a HaouYukiAndersen

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Ciertamente estar solo encamado era lo peor, acostumbrado a estar de un lado a otro en el mar, le molestaba estar echado todo el día como una ostra sin nada para entretenerse. Intentó dormir para que el tiempo pasará más rápido, pero cuando durmió lo suficiente, despertaba en pequeños lapsos, siendo una situación bastante irritante. 

Incluso cuando se echaba a tomar el sol en la playa, el movimiento de las olas en la orilla le ayudaban con la monotonía, o cuando se quitaba su piel y se tiraba en las rocas, el sonido del mar, las gaviotas y el estar alerta a cualquier humano hacían que se ocupara su mente, ahí literalmente no había nada que hacer. Pero no podía pedirle a Crowley que faltara a su trabajo, su fuente de ingresos, aún con todas las perlas, le había dicho que podía ser sospechoso para humanos codicioso el ver que un simple pescador tuviera semejante tesoro escondido.

Para pasado medio día, Crowley pudo volver a casa, había comprado embutidos y queso para darle a probar a Aziraphale, llegó de un humor increíblemente bueno.

-¿Cómo te sientes, mi buen amigo?- Preguntó animadamente. Aziraphale le respondió con un puchero.

-Terriblemente aburrido, me temo. ¡No había nada que hacer en casi todo el día! Ni siquiera puedo caminar sin lastimarme.- Se lamento. Crowley se golpeó su cabeza con la palma de su mano.

-¡Soy un estúpido, entre toda la confusión olvide darte los libros que te compre cuando nos veíamos en la playa. Lo lamento tanto. Y bueno, tenía otra buena noticia; debido a que tenemos suficiente mercancía, mañana nos dieron el día a todos, no estarás solo.- Le sonrió.

El animo de la selkie mejoró considerablemente, aunque aún seguía fastidiado por el largo día sin hacer nada, y bueno, de saber que tenía unos cuantos libros sin saberlo. Nuevamente revisó sus heridas y cambió los vendajes, comprobó su fiebre, la cual había mejorado y le preparó algo de comer; pescado frito y papas con sal, encontrando la comida inusual y deliciosa, mientras Crowley le contaba su día.

-Por cierto, creo que en el bar donde siempre nos reunimos estaban los cazadores.- Dijo Crowley seriamente.

-¿Co... cómo sabes que eran ellos?- Preguntó Aziraphale con miedo y curiosidad a la vez.

-Hablaron de que el otro día vieron una manada de focas durante la noche, perdieron un arpón luego de que una quedara atrapada en su red, intentaron seguir el rastro de la manada pero estas parecieron evaporarse en el agua después de eso.- Dijo esta vez con algo de aliento.- Supongo que es de alegrarse, si terminaron con las manos vacías, significa que tu familia sigue a salvo.-

El rostro de la selkie se suavizo.

-Si parece que si, aunque ellos aún deben pensar que eso muerto. La ultima vez que me vieron estábamos nadando por nuestras vidas intentando evitar esa maldita red, de ahí solo recuerdo que nadé con el dolor en mi costado y a momento, estaba en tu casa.- Confesó culpable.

Crowley parecía también sentirse culpable así que pensó y pensó. 

-¡Ya se! Mañana que tengo el día libre, podemos ir a la playa. Puedo llevarte en una carreta o cargando. No se. Pero podríamos acercarnos para que tu familia vea que estas vivo.- Dijo más animado.

-No lo se, no se acercan cuando ven humanos, es por eso que nunca se dieron cuenta cuando iba contigo.- Razonó Aziraphale. Crowley se llevó la mano a la barbilla.