El Mar y la Tierra [Good Omens]

Sentimientos

Dedicado a: LouiseD01 MaryDelgado795 Jasslen_Jaz Kai_Pato sa_ul_1209 Betcrowley Chirlandri Marimar207  stevenisnotaangel

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Después de una tarde ajetreada en el trabajo, Crowley volvió a casa luego de jugar cartas un rato en el bar con sus amigos, había bebido solo un trago y luego de cuatro rondas en la que solo había ganado una, supo que era momento de volver. 

El lugar estaba oscuro, y una ventana no se había cerrado bien, por lo que entraba una leve corriente de aire, golpeteando el marco de la ventana, suspiro antes de cerrarla. Encendió un fósforo para la estufa y otro para su lámpara. Puso algo de agua para hervir unas papas y quizá agregaría algunas zanahorias, la ventaja de haber comprado especias, es que podía hacer milagros con los sabores.

De repente la puerta se abre, y entra un joven Aziraphale, goteando agua salada, con su ropa empapada y un bolso de cuero el cual acaparaba celosamente.

-Buenas noches querido, lamento haber llegado tarde.- Se disculpa sonriente.

-No te preocupes, me quedé jugando cartas con unos amigos, así que técnicamente yo también llegué tarde.- Le sonríe.

De su bolsa, saca una más pequeña llena de camarones y algunas ostras.

-Pesque algo para la cena, espero que se pueda implementar a lo que estés cocinando.- Sugirió Aziraphale.

-Absolutamente quedará para chuparse los dedos.- Dijo Crowley mientras tomaba el pequeño saco.

Mientras preparaba la cena, Crowley sugirió que dejara su ropa secándose cerca de la estufa para que no se resfriara, no sabía si las selkies podían hacerlo, pero luego de verlo con fiebre, no sería algo a lo que le gustaría arriesgarse. Así lo hizo Aiziraphale y se puso un camisón, guardando aquella bolsa en uno de los baúles de Crowley y en su lugar sacó unos ganchos para tejer y estambre. Luego de pasear algunos días por el pueblo, le gustó mucho el arte del tejido y las cosas tan bonitas que podía hacer, así se dispuso a aprenderlo, no solo por que podría crear prendas para él y Crowley, si no que también podría venderlas y ayudarlo con los gastos. Aún mantenían ocultas las perlas como una especie de ahorro.

-Es un poco difícil hacer esto, pero creo que ya le estoy agarrando el truco.- Dijo mientras sacaba la lengua por la concentración qué suponía hacer un buen tejido, lo que su pareja encontró adorable.