DICK GRAYSON: SECUESTRADOR ── JAYDICK

⠀⠀⠀⠀✦✦✦ | CHAPTER ONE

NOTA IMPORTANTE: Se hace mención de Dick siendo un omega al cual llaman "mamá", en todo caso les incomode que lo llamen así, pueden decírmelo para así tomarlo en cuenta en la edición de este capitulo y los posteriores <3

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DICK GRAYSON

Miró sobre el rebosante carrito de compras que tengo frente a mí.

Diablos, sólo había venido a la tienda por algo de leche. Sé quién es el responsable de esto.

—Thomas Grayson, trae tu trasero para acá —una pequeña ancianita jadea por mi aspereza— Lo siento.

Un pequeño enano con cabello negro viene corriendo por el pasillo con tantas cajas de cereales como sus pequeños brazos pueden cargar.

Ese es mi alfa rompecorazones de siete años, él de alguna manera encuentra espacio en el carrito para todas las cajas y me sonríe.

—Tengo todo lo de mi lista. Nos podemos ir ahora.

—Déjame ver esa lista —replicó, sosteniendo una mano en el aire mientras pongo la otra en mi cadera.

—Mamá —golpea su sien con su dedo índice— Todo está aquí.

—Maldito sabelotodo —gruñó.

Él alza la mano, sacudiendo sus dedos, resoplo y sacó un dólar de mi bolsillo y lo suelto.

Tenemos una regla de no maldecir que le está haciendo a mi hijo una fortuna.

—Gracias, mamá —dice contento.

—Sí, sí —replicó. El agudo sonido de un niño llorando se cuela en el aire— Hora de irse —anunció, empujando el carrito hacia la fila para pagar.

Estamos llegando al final del pasillo cuando alguien choca su carrito con el mío.

—¿Podrías fijarte por dónde vas? —la perra suelta lo suficientemente alto como para escucharlo por encima de los gritos de la pequeña niña en su carrito.

—¿Qué mire por dónde? —pongo cara de sorpresa— ¡Oh por Dios, esa es una idea brillante! ¡Gracias!

Sin necesidad de maldecir, el sarcasmo no me cuesta nada.

—Vámonos, Tommy.

—Disculpa —la omega replica, notoriamente ofendida. Empieza a despotricar en un tono tan alto que dudo que los perros aún lo puedan oír.

Ruedo mis ojos y empiezo a alejarme, pero mi pequeño parece tener otros planes. Camina hacia el carrito de la mujer y le ofrece a la pequeña que llora una paleta, él siempre tiene una o dos a la mano.

—Por favor, no llores.

Ella se detiene, sólo gimoteando un poco mientras toma el caramelo.

Mi niño tiene súper poderes.

—Vamos, Tommy —digo suavemente. Esta vez me sigue— Eres un alfa bastante genial, ¿lo sabes? —desordeno su suave cabello— Ahora, ayúdame a descargar toda esta chatarra.

Hacemos un trabajo rápido descargando el carrito y con deslizar mi tarjeta de crédito, ya estamos fuera de ahí. Levantó la puerta de la parte posterior de mi monstruosa camioneta y Tommy me ayuda a poner todas las golosinas innecesarias en la parte de atrás. Entonces lo observó de cerca mientras empujaba el carrito hacia el lugar correspondiente.