DICK GRAYSON: SECUESTRADOR ── JAYDICK

⠀⠀⠀⠀✦✦✦ | CHAPTER FIVE

JASON TODD

Las audiciones para entrar a los equipos de fútbol, son siempre un gran acontecimiento en mi vida. Todos; Roy, Damian y yo, jugamos cuando éramos cachorros, y ahora usamos Constructora Wayne para patrocinar al equipo. Roy es el entrenador, pero él siempre se las arregla para encontrarnos a Damian y a mí algo en lo podamos ayudar de una manera u otra. Jon y Donna siempre han diseñado los uniformes, mientras que Bruce y Clark proporcionan bocadillos para los juegos y prácticas. Tan pronto como Jake fue lo suficientemente grande, se unió a la liga y se convirtió en un fanático tan grande como cualquiera de nosotros. No creí que pudiera ser mejor.

Estaba equivocado.

Veo a Dick caminar hacia Roy con Cath montada en su espalda.

—Disculpe, grandote

Se da la vuelta con su sonrisa de queso favorita.

—¿Sí, Sr. Grayson?

—Soy nuevo en estas cosas de 'Mamá Deportiva', pero ese chico simplemente se estrelló contra mi hijo. Ahora bien, como su hermosa madre aplaudió como una loca, ¿está bien si la tacleo para mantener las cosas a mano? —le pregunta casualmente.

—Demonios, sí —contesta.

Dick asiente con la cabeza.

—Sostén a tu sobrina por un segundo.

Oh-oh.

Corro hacia ellos para detenerlo, pero Roy agarra mi hombro.

—¡Amigo, se va a enfrentar a la dolorosa Jane! Si haces algún movimiento para detenerlo, voy a patearte el culo.

No es que crea que él no pueda manejarlo, pero tengo esta irracional necesidad de proteger a ese omega.

—Dijiste una mala palabra —dice Cath.

—Le debes un dólar —le digo a Roy. Me mira como si estuviera loco— Culpa a Grayson, él les da un dólar cada vez que se le escapa una. Ahora ellos lo esperan de todos —me encojo de hombros.

—Bueno, demonios, Cath. Aquí tienes veinte para todo el día —responde él, sacando el billete de su bolsillo.

Ella lo besa en la mejilla.

—Gracias, tío Roy.

Ambos vemos como Dick camina casualmente por el campo. Jane está en la orilla, animando cada vez que el diablo de su hijo se estrella contra uno de los niños más pequeños, ella es lo suficientemente mala como para reír si uno de los pobres niños llora. Me siento sonreír con anticipación. De repente Dick corre hacia ella, chocando contra la omega con tal fuerza que ambos golpean el suelo. Sólo Dick se levanta.

—Anima esa, perra.

Estoy seguro de que hubiera tenido más aplausos si todo el mundo no estuviera en shock. Bueno todo el mundo a excepción de Roy.

—¡Sí! ¡Eso es de lo que estoy hablando, bebé!

Algunos de los otros intervienen entonces, incluyéndome a mí, cuando Dick se da cuenta de que todo el mundo lo está mirando a él, un hermoso sonrojo se extiende a través de sus mejillas y se escabulle entre la multitud.

Lo encuentro apoyado en su camioneta en el estacionamiento, cubriéndose el rostro.

—¿Pensando en audicionar para el equipo, Grayson?

Él gime y me mira.

—Tú, polla. ¿Por qué no me detuviste?

—Lo siento. Roy quería ver el espectáculo —me río.