DICK GRAYSON: SECUESTRADOR ── JAYDICK

⠀⠀⠀⠀✦✦✦ | CHAPTER FIFTEEN

DICK GRAYSON

Estoy listo para esto. Estoy listo para saber quién es el padre biológico de mi hijo. Estoy listo para averiguar por qué me abandonó por todos estos años. Estoy listo para la conclusión, listo para avanzar, y estoy listo para patearle el trasero.

Donna está esperando afuera de mi casa cuando aparcamos. —Instalé una sala de interrogación en el sótano de Conner porque es más oscuro. Habría usado el tuyo, pero no había un cuarto. ¿Una alberca de pelotas? ¿En serio, Dick?

—Te dejaré jugar ahí más tarde, —prometo.

—Oh, lo sé, —sonríe.— La siguiente cena familiar es en tu casa. —avanza hacia la casa de Conner.— ¿Listo para conocer al papi de tu bebé?

Por supuesto que lo estoy. —No. —De acuerdo, tal vez no lo estoy. Jason toma mi mano y le da un ligero apretón.

—Al menos no es mal parecido. —dice Donna en un intento por hacerme sentir mejor. Me hace sonreír, pero tiene el efecto opuesto en Jason.— Por supuesto, no es ni de cerca tan atractivo como Jason, —añade para divertirlo.

La anticipación me está matando. La seguimos hasta el interior de la casa y bajamos al sótano. El cuarto está casi completamente a oscuras con nada más una lámpara sosteniéndose sobre la mesa. Están llevando esto del rollo del interrogatorio a los extremos. Veo alrededor de Conner, al culpable amordazado y atado a una silla. Viéndome de vuelta está un rostro que no había visto en estos siete años.

Tim está parado detrás de él, golpeando la macana de Conner contra su mano. —Atrapamos a este chico malo rastreando alrededor del exterior de tu casa. No fue tan rudo cuando arrastré y pateé su trasero. —pule sus uñas en su playera.— Solamente otra cosa que aprendí en rehabilitación.

—Harry —gruño.— ¿Qué diablos? Fui bueno con tu horripilante trasero. ¿Cómo pudiste hacerme eso a mí?

Donna jala la mordaza fuera de su boca. —Él te hizo una pregunta.

Me lanza una mirada. —¿Qué? —sisea.— No es como si te hubiera lastimado o algo. Te merecías lo peor. —Veo rojo. Quiero golpearlo demasiado, pero sé que solo me va a lastimar mi maldita mano.

Sintiendo mi dilema, Jason gentilmente me mueve hacia un lado. —Permíteme. —Juro que escucho un hueso romperse cuando lo golpea.

—Aquí, Mariquita. —dice Tim, ofreciéndome la macana.— Dale con el palo.

—¿Crees que dejarlo embarazado no es lastimarlo? —grita Jason, listo para golpearlo otra vez.

—¿De qué diablos estás hablando? —Harry contesta enojado.— No lo dejé embarazado.

¿Qué? Jalo a Jason para atrás. —Pero, la máscara...

—Solía estar obsesionado contigo. La tomé la noche en que la dejaste caer en ese jodido baile aburridísimo. Estabas demasiado ocupado para darte cuenta. —se burla.

—¿Por qué diablos me la regresas hasta ahora? ¡Me has sacado un susto de muerte! —tomo la macana de Tim y golpeo su brazo.

—¿Se siente bien, no es así? —pregunta Tim, sonriendo. Me siento contento de que gruñera. Al menos pude lastimarlo un poquito. Si hubiera sido el padre de Tommy, habría sacado sangre.

Habla a través de sus dientes apretados. —Ese era el punto.

Conner interviene, —Tengo un paralizador, si lo necesitas.

—¿Por qué? —le pregunto a Harry. No habíamos sido los mejores amigos, pero siempre había sido amable con él cuando estaba cerca.

—¡Golpeaste a mi novia con un auto! —contesta furiosamente.