Ying y Yibo se enfrentaban a su peor pesadilla, hoy los niños Wei y Wang entraban al preescolar tenían escasos tres añitos Xiaoling, Xiaoying, Yingzhin, Zhanyi, Zhanyu, Zhanying, Yingxing y Yizhan bajaban de una camioneta blindada para ser entregados casi a fuerzas por sus padres a las maestras del colegio, sus madres los habían enviado a ellos con la encomienda de hacerse responsables de la educación de los niños, puesto que ellos ahora habían iniciado un nuevo proyecto.
Mamá Wang los había contratado a todos para un franquicias dedicada a la moda familiar, así que aprovechando que los niños de la casa ya tenían edad para iniciar el colegio pues decidieron hacer del proyecto una realidad tenían muchos inversionistas entre ellos la familia Nie que se hizo más cercana a ellos después de que la madre del joven Cheng iniciarán con los Wei como inversionistas en la nueva empresa de diseño y modelaje Weistils.
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Frente a la institución los hombres Wei se aposentaron frente a la acera para esperar a sus cachorros, detrás de ellos el mundo de guardias y guardianes que llevaron para vigilar que la escuela sea segura para sus hijos, la directora veía desde dentro de su oficina, algunos maestros le fueron a dar la queja de que los alumnos estaban inquietos por las presencias de los hombres.
Salió decidía de su oficina para confrontarse con esos hombres, ella se encargaría de pedirles que se marcharán de su institución, ningún padre de familia debe quedarse a incomodar a sus maestros y a los pequeños que querían iniciar sus clases de manera pacífica, llego frente a los dos hombre que apenas la vieron salir se pararon más derechos, con su sonrisa de un millón de dólares, tratando de barrer con la intensión de la mujer de sacarlos de ahí.
Señores no creo que sea necesario que permanezcan en la puerta de entrada durante toda la jornada escolar, pueden ir a sus trabajos y volver a la hora de salida, sus hijos e hijas estarán muy bien cuidadas no deben temer por ellos, decía la directora del colegio a los únicos padre de familia que llegaron a entregar a sus hijos, ya que por lo regular eran los empleados, asistentes o madres las que llevaban a los niños a la escuela.
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