*Narra Jimena*
Llegamos a la heladería y vi que Dani se empezó a poner nervioso, no comprendía el por qué pero dijo que mejor íbamos más tarde. Al girarme alzé la vista y vi a Jesús besándose con una chica rubia, muy mona. No me lo pensé y corrí hacia yo que sé dónde.
10 minutos más tarde me hayaba en el paseo de la playa, ahogada en mis pensamientos. No entendía nada, todas esas cosas que me había dicho y ahora lo encuentro con otra. Alomejor solo lo había hecho por algún tipo de apuesta y me había enamorado sin razón. Estaba rayada, demasiado.
Seguía pensado hasta que noté dos manos que me cubrían los ojos, lo cual me distrajo de mis pensamientos.
-¿Quien soy?-dijo con voz de pillo
-La persona que necesito.
Sabia que era Dani y a pesar de que tuviésemos nuestros piques es un gran apoyo para mi.
Se sentó a mi lado y me abrazo con fuerza. Dejó su brazo izquierdo rodeando mis hombros, me secó las lagrimas y me dijo:
-No llores, estás fea si lloras.-dijo mirándome fijamente.
-Lo primero estoy fea sin llorar y llorando y lo segundo es que estoy rayada, todas las cosas que me ha dicho Jesús, todas esas cosas tan bonitas y ahora me encuentro con esto. Estoy muy confundida, no entiendo a tu hermano de verdad. -respondí
-Lo primero, como vuelvas a decir que eres fea te meto el zapato en la boca y lo segundo yo tampoco entiendo a mi hermano la verdad, pero ya se dará cuenta de lo que está haciendo y de lo que se pierde. No mereces sufrir por eso princesita- dijo y después me dio un beso en la mejilla.
Nunca había visto a Dani tan cariñoso, tan amable, es verdaderamente distinto a el Dani que yo conozco, pero bueno me gusta tal y como está ahora mismo.
-Muchas gracias de verdad, eres un gran apoyo Dani -dije sonriendo forzadamente.
-Ya sabes que estoy aquí para todo y las gracias no hay que darlas, ¿te apetece si volvemos a la heladería y tomamos un helado tranquilos?-dijo levantándose.
-Me parece estupendo- dije copiandole el gesto.
Cuando llegamos en la heladería a penas había gente, mejor. No estaba Jesús con la rubia de bote, lo que me alivió bastante. Ahora mismo fijo que estarán dándose el lote por ahí, en fin.
Nos sentamos en la mesa y pedimos los helados. Nos los tomábamos entre risas y tonteos, lo que me hizo olvidarme de lo de Jesús. Al acabar Dani se ofreció acompañarme a casa, aunque bueno, estaban al lado.
De camino íbamos en silencio, hasta que Dani lo rompió.
-Puedes hablar eh-dijo.
-¿Y que quieres que diga?
-Mmm... Pues no sé, ¿tienes novio?
-¿Novio? No se que es eso.
- Lo tomaré como un no -dijo riendo.
-¿ Y tu...tienes?
-¿Novio?
-Novia imbécil-dije partiendome de la risa.
-Eh,eh,eh, sin faltar. No, no tengo, tengo la impresión de que voy a envejecer solo con cuatro gatos alrededor.
-No digas tonterías tu lo tienes fácil, eres guapo y cariñoso, puedes conquistar a cualquiera. Yo si que voy a envejecer sola con cuatro gatos-dije.
Se paró, se colocó en frente mía, me agarro de la cintura, cada vez se iba acercando más y más hasta que nuestras frentes chocaron, le agarré por el cuello.
-¿Y si envejecemos juntos? -dijo sin separarse.
-Sería muy bonito.
Cogió impulso y me besó, nuestros labios chocaron con pasión. Era un momento muy bonito hasta que nos separamos por falta de aire, maldito oxígeno.
-Hasta mañana pequeña, te quiero -me dijo despidiéndose. Acto seguido entró en su casa.
Yo seguía allí inmóvil, sin reaccionar. No comprendía que había sido eso. Entre en casa, mis padres ya habían llegado. Subí a mi habitación comiendo una manzana, no tenía mucha hambre. Me puse el pijama, me tumbé en cama y empecé a pensar en lo que me había dicho Dani, en el beso, en Jesús. Miles de cosas pasaban por mi mente, se me habían cruzado los caminos, no entendía todo lo que había sucedido últimamente. No me lo pensé y cogí el móvil. Busqué en whatsapp "Dani" y le escribí:
Yo: Dani ¿Qué ha sido lo de hoy? No entiendo nada.
Al rato Dani me contestó:
Dani: Es el comienzo de algo muy bonito, mañana tenemos que hablar tu, mi hermano y yo. Buenas noches mi princesita.
Yo: Vale, buenas noches princeso (carita del beso).
Buf, a saber que me irán a decir mañana. Me fui a la cama ya que era muy tarde. Tardé muy poco en quedarme dormida, estaba muy agotada, este día había sido raro, muy raro.