Capítulo 17 |PROMESA|

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– ¿Qué haces aquí? – ingresa a su habitación – Ya estás dormido – suspira y se recuesta en su cama – maldita sea, Levi, por más que intente odiarte no puedo – suspira viendo su rostro pálido y ojeroso dormir – aún sigo amándote a pesar de todo el daño que me causaste en el pasado, a pesar de que he planeado llevarme a mis hijos lejos de ti en cuanto nazca mi cachorro – acaricia su rostro – y tú te aferras a que te demuestre que aún te amo aún sabiendo todo el daño que te he causado – besa su frente – somos muy orgullosos para perdonarnos o muy estúpidos por no querer aceptar la realidad.

Suelta un gran suspiro para luego abrazar con cuidado al azabache y besar suavemente su frente, su entrecejo, bajando por todo su rostro hasta llegar a su vientre y acariciarlo lentamente.

– Te amo cachorrito mío – besa suavemente el vientre de Levi para luego acomodarse dándole la espalda y quedar dormido.

– Me amas – voz baja y melancólica salen de sus labios – papá nos ama – acaricia levemente su vientre – pero ya no podemos seguir a su lado, ya me cansé de esperarlo que me lo diga cuando no me crea dormido – solloza quedito – iremos a una nueva casa, bebé, con Emily – se abraza a si mismo llorando en silencio.

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– El cachorro se encuentra en buen estado – todos los presentes observan en la pantalla la pequeña mancha – lo protegiste tan bien que no recibió ningún golpe.

– Pero duele – mira al alfa mayor.

– Es debido al golpe, tendrás los hematomas en los próximos días y también presentarás dolor en el área golpeada – quita el monitor de su vientre – te recetaré pomadas para el dolor – le tiende un pequeño trapo para limpiar el gel de su vientre – aunque lo más recomendable son las pastillas pero no puedes tomar medicamento por el bienestar del cachorro.

– ¿El bebé está sano? – Grisha mira serio a su hijo.

– Hasta ahora no ha presentado otra posible amenaza de aborto ya que Levi se ha cuidado bien – Eren queda en shock.

Su padre fue el médico que atendió a Levi cuando tuvo una posible amenaza de aborto. Grisha sabe lo que su propio hijo fue capaz de hacerle a un Omega y está completamente decepcionado de él.

– En cuanto a la señorita Dreyse – mira al otro médico – quiero que me digas la verdad, de lo contrario si los chequeos médicos arrojan lo contrario doblarás turno durante una semana – el otro médico traga en seco.

– Hitch Dreyse se encuentra estable, solo presenta dos hematomas en el brazo izquierdo y realmente no se encuentra en cinta – el señor Dreyse mira decepcionado a su hija.

– Te encargas de cuidar la salud de ella y yo me haré cargo del otro paciente que será llevado a una habitación para él solo. – mira al señor Dreyse – y usted dejará de prohibir visitas en el hospital sin mi autorización, intenta comprar a los médicos nuevamente y me encargaré de refundirlo en prisión. No estoy dispuesto a pagar las consecuencias de sus actos si llega a ocurrirle algo a mis pacientes por negligencia – el hombre solo asiente cabizbajo.

Sin escuchar alguna alegación, Grisha se encarga de hacer el cambio de habitación para Levi y en menos de media hora el Omega ya encuentra en un lugar despejado de los demás, mirando por la ventana mientras está sentado en la camilla. Por la puerta ingresa su madre y su pequeña hija que corre a abrazarlo en llanto.

– Estoy bien, cachorra – acaricia suavemente su espalda – todo está bien, tu hermanito está bien.

– Mamá, tenía miedo de perderte – solloza.

Diez Mil Maneras - EreriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora