CAPÍTULO XXXIII - Renesmee.

836 94 4
                                    

Capítulo XXXIII: Renesmee

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo XXXIII: Renesmee.

Con el tiempo las cosas se fueron calmando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Con el tiempo las cosas se fueron calmando. Todo parecía volver a la normalidad. Incluso la vida de Jane ya era normal por así decirlo nuevamente. Pero había un nuevo problema en la casa de los Cullen. Y era él tiempo.

Era preocupante ver la forma en la que Renesmee crecía. En vez de ser una bebé, ya parecía una niña de cinco años. Todos estaban preocupados y temían lo peor.

Nadie sabía si les quedaba mucho tiempo con ella a su lado.

Lyra se encontraba junto a Jasper leyendo un libro. El estaba recostado en su pecho mientras escuchaba la dulce voz de su amada leer el texto de libro.

La realidad que lo único normal de ese momento era su relación. Ambos relajados, compartiendo más cosas juntos. Y haciendo planes con Jane. La más pequeña parecía que no quería volver más a la casa de los Cullen, era por eso que ellos iban a pasar tiempo con ella.

— He luchado en vano. Ya no quiero hacerlo. Me resulta imposible contener mis sentimientos. Permitame usted que manifieste cuan ardientemente la admiro y la amo.— leyó Lyra con una gigantesca sonrisa en el rostro que hizo a Jasper sonreír inconsciente.

— A veces pienso que si el señor Darcy existiera, me cambiarías por él.— le dijo Jasper divertido a lo que Lyra simplemente negó con la cabeza.

— Tu eres mejor que el señor Darcy.— dejo el libro sobre la mesa de Luz y dejó un beso en sus labios.— Soy única después de todo. No todas pueden salir con un vaquero sexy que es demasiado romántico para este mundo.

Jasper sonrió como bobo y volvió a juntar sus labios con los de su mujer. No importaba cuantos años pasarán ellos se seguían amando como si fuera la primera vez que compartían algunos momentos. Su amor parecía nunca apagarse.

— Dígame usted señorita.— dijo mientras dejaba varios besos por su cara.— ¿Cómo es que soy digno de esto? De tener una chica tan bella como usted. Con unos ojos tan hermosos como el cielo que me acompaña en el día a día. Con una inteligencia que deja tonto a los mortales. Y con una sonrisa más brillante que el sol. Dígame por favor porque soy digno de esto.

SEMPITERNO¹ | Jasper Hale.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora