S | "El pasado no puede ser borrado, lo que está hecho, hecho esta. Pero hay un futuro que nos espera, esa es nuestra oportunidad para remediar nuestros errores."
En donde los Cullen antes de ir a Forks van a una ciudad en Canadá en donde conocen a...
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Capítulo XVIII: Like a mother.
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Sin dudas para Lyra fue un poco complicado adaptarse a estar de vuelta en Forks. Era extraño ya no estar con su familia luego de pasar tres meses con ellos. Pero sabía que tenía sus ventajas haber vuelto a ese pequeño pueblo.
Pensó que Jane estaría molesta con ella y de cierto modo le preocupaba. Pero le había admitido que con los Cullen no tenia problemas, si no que solo con Edward. Estaba furiosa con el. Hasta podría decir que detestaba a ese vampiro. Bella y Edward tendrían un gran problema recuperando la confianza de Jane.
Aunque no solo ella estaba preocupada, Carlise desde que habían llegado no dejaba de dar vueltas. Al parecer la paciente que atendía desde hace años ya no tenía solución alguna. Y en parte se culpaba por haber tenido que irse de Forks.
Ahora estaban yendo junto a Jasper a la escuela, después de meses de descanso regresaban. Lyra agradecía que dentro de muy poco se graduarian y podría empezar a estudiar algo nuevo.
— ¿Crees que algo haya cambiado?— preguntó Jasper. En su rostro había una gran sonrisa, el estaba muy feliz de volver a su vida en Forks.
— En absoluto.— dijo segura Lyra.— Estoy segura que hasta la mismísima Jessica sigue igual. Hoy le hablaré, me encanta como su cara se vuelve roja como un tomate.
— ¿Debería sentirme celoso?— cuestionó Jasper en un tono bastante divertido.
— No me hagas reír Jas. Sabes que me gusta lo que creo en las mujeres, es muy divertido. Yo diría que es mi otro don.— presumió.
— No es solo con las mujeres, pero si funciona más con ellas.
Lyra y Jasper habían descubierto eso cuando fueron a conocer a los Vulturi. Las miradas que le daba Jane a Lyra decían más que mil palabras. Además de que la rubia siempre creaba cierta tensión con las mujeres que parecían ser más hetero que otra cosa. Todos sabían que las hacía dudar.
— Todos aquí sabemos que te encanta esos momentos, porque después de hablar con ellas me voy contigo y te divierte ver sus caras.
— No voy a negar que es divertido y lo es más cuando ya eliges tu presa por el camino.— puso su mano en su muslo y dejó un beso en su mejilla.— Menos mal que no bebes sangre humana, porque o si no, tus víctimas serían todas mujeres demasiado heteros.
