CAPÍTULO 4
- He pasado más de 100 años buscandolos, Oz, Alice.
La mirada de Vincent se había vuelto muy seria. Ante dicha aclaración, Oz sintió un escalofrío desde los pies a la cabeza, Alice había dejado su carne a un lado.
El silencio hubiera pasado más tiempo entre aquellos tres, si no fuera por la tos aguda que Vincento comenzó a tener.
- ¡Vincent-Sama! - Aram saco algo de su bolsillo y corrió a dárselo a Vincent. - tome, no se ha estado medicando, ¿Verdad?
- No es asunto tuyo. - mascullo Vincent y de un trago se tomó las pastillas.
- Vincent-Sama... se sobrepasó demasiado... mejor ya no-
Vincent le dedicó una dura mirada a Aram, este callo y procuro no decir nada más.
- Oi. - Alice llamó a Vincent. - ¿A que te refieres con eso, Vincent Baskerville?
Vincent la ignoro. Y comenzó a inspeccionar las botellas que Aram le había traído.
- ¡Oi! - Alice volvió a decir, ahora con la voz más elevada.
Oz tomó su mano, acto seguido, Alice guardo silencio, con una mueca en el rostro. Oz le negó con la cabeza.
Cuando Vincent término de "inspeccionar" las botellas y vertiera el liquido ámbar en dos vasos, le pido a Aram que los dejarán solos.
- Lo de la Academia era una mentira ¿No es así? - Oz rompió el silencio. - querías traernos aquí con otro propósito.
- Vaya, vaya. - aplaudió el de ojos de color. - Como siempre, nunca se te escapa nada, ¿Eh, Oz-kun?
- ¿Cuál es tu objetivo? ¿Porque nos has traído hasta aquí? - Alice ya estaba casi fuera de sus sentidos.
- Déjenme hablar, luego, con mucho gusto, contestaré todas sus preguntas...
Los adolescentes que Vincent tenía sentados frente a él guardaron silencio, después de que Oz asintiera con la cabeza, Vincent comenzó con su relato
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Cuando una persona muere, su alma queda en el ciclo de 100 años, esto quiere decir, que su alma reencarna 100 años después de su muerte. Eso fue lo que les sucedió a ustedes dos, Oz, Alice...
Luego de cierta guerra que ocurrió hace 100 años, Vincent con frecuencia, comenzó a visitar al Núcleo del abismo. ¿Que es el Núcleo del Abismo? Es algo así como una deidad que crea dimensiones, la nuestra es una de sus creaciones.
Vincent se sentía culpable acerca del daño que le había hecho a cierta chica, así que, para que el Núcleo del abismo no se sintiera sola, el la visitaba, y aunque no lo crean, la compañía del núcleo le llegó a agradar a Vincent.
Pero llegó un momento en el que el se sentía incómodo hablando con una masa redonda brillante, así que un día, mientras caminaba al lado de su hermano, encontró el cuerpo sin vida de un gato negro en medio de la calle. Sin que su hermano se diera cuenta, puso el gato en una bolsa, y se lo entregó al Núcleo del abismo, como su nuevo recipiente.
Pasaron los años, y los años y Vincent se preocupaba más por su hermano mayor. El que cada fin de semana iba a visitar cierta tumba, en donde todo comenzó para el.
Cansado de ver sufrir a su hermano, Vincent pidió ayuda a su amiga, el Núcleo del abismo.
Con sus ojos gatunos de color purpura, el Núcleo del abismo le miro y gustosa aceptó, dándole el permiso de que buscará a las únicas personas que podrían destruir el gris mundo de su hermano mayor volverla a llenar de colores
El núcleo del abismo tenía la dichosa fama de ser un ser despiadado y horrible, pero aquí otra prueba de que la humanidad se equivocaba, fue la amabilidad que está tuvo al ayudar a Vincent sin esperar nada a cambio, solo la dicha de complacer a su querido y único amigo.
El Núcleo del Abismo busco entre los espacios de su distorsionada dimensión, El corazón del abismo, un remedio para devolverle los recuerdos de sus vidas pasadas a Oz y a Alice. al final, encontró unas esferas de luz con un brillo tenue y las encerró en un frasco.
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No tenían clara la razón del porque ellos estaban derramando lágrimas, Alice pensaba que era absurdo, pero las lágrimas no cesaban.
- Ahora, tomen esto. - Dijo Vincent
- Ni hablar - Alice hablo con dureza, limpiándose con torpeza las lagrimas.- ¿Crees que tomaremos algo de la persona que nos trajo aquí con mentiras? ¡Ni te conocemos!
- Por favor - Pidió Vincent. - no me queda mucho tiempo... si al tomarlo no cambian de parecer, los regresará a sus casas sin protestar.
Oz permanecía en silencio, aquella historia lo había dejado pensante, muy pensante.
- Nii-san... sólo ustedes pueden devolverle la sonrisa a Nii-san.
Oz miro a Vincent. tenia el rostro horriblemente pálido pero el brillo en aquellos ojos de color no desaparecía, seguro padecía una enfermedad, Pero aun así el estaba tan motivado en hacer feliz a su hermano. Oz pensó que tal vez se sentiría agradable tener un hermano...
Oz apretó la mano de Alice, haciendo que está lo mire.
-Alice, hagámonos. - le sonrió.
- ¿P-Pero que dices, Oz? ¿Como puedes...?
- Venga, ¿No tienes curiosidad? - Alice permaneció en silencio. - Estos sueños que hemos tenido... los dos sabemos que no es coincidencia que los tengamos. Tal vez la tía Shelly tenga razón... sobre las vidas pasadas.
Alice recordó aquellas absurdas historias que la tía de Oz les solía contar de pequeños, aunque sean absurdas, a Alice le encantaban.
Oz tomó los dos vasos y le tendió una a Alice. Ella se quedó mirando aquel líquido espeso de color ámbar.
- Espero que no me arrepienta, si lo hago será tu culpa y te daré un fuerte golpe, Oz.
Dicho eso, Alice agarro el vaso. Luego de que los dos chicos intercambiarán miradas, le dieron un trago.
¿Que fue lo que sintieron? Hum... sintieron como si estuvieran teniendo esos sueños, los que nunca podían recordar. Pero esta vez era diferente, Aquellas imágenes que eran borrosas para ellos, esas voces que antes eran distorsionadas... ahora lo veían, lo escuchaban, lo sentían fuerte y claro.
"Si espere 10 años por ti, 100 no serán nada..."
Esa frase ahora era les causaba gracia a Oz y a Alice.
- Ah, Gilbert. - río Oz por lo bajo. - creo que cumplirás tu absurda promesa.
