Pandora Hearts After 104

Una nueva aventura

CAPÍTULO 7

- Tu... - Dijo Alice, quien tubo un escalofrió, el escalofrió que siempre tenia al tener cerca al... - Eres el Núcleo del Abismo

- ¿Shiro? - Gil recordó a aquel gato negro que siempre estaba junto a su hermano.- ¿Pero qué...?

- Así es, Gilbert Baskerville.

La atmosfera había cambiado. Ya no estaban en la oficina de Glen, Baskerville, si no en un espacio distorsionado totalmente negro con miles de bolas de luz bailando y girando a su alrededor.

- Estos últimos años he tenido la compañía de Vincet Baskerville, y por eso estoy en deuda con el - Hablo la voz distorsionada del Núcleo del Abismo que provenía del gato negro. - el me libro otra vez de mi soledad y desesperación, que había vuelto a tener luego de haber perdido a tu hermana, Alice.

Alice se mordió los labios, Oz sabía que era un signo de su nerviosismo.

- ¿Porque nos devolviste los recuerdos? - pregunto Oz. - ¿Cuál es tu objetivo?

- ¿Mi objetivo? - el gato inclino la cabeza, luego dirigió su mirada gatuna hacia Gil. - Sólo quiero cumplir el sueño de mi querido y único amigo.

- ¿Y ese es hacerme feliz? - Adivino Gilbert, con el rostro dolido.

Algo que a Gil siempre le había molestado de Vincent, era que él siempre ponía a Gil antes que a él mismo. Y lo Vincent lo continuo haciendo hasta en su último momento de vida.

- En efecto. - el gato paseo con elegancia por el lugar..- y es por eso que les vengo a traer una última aventura.

El Núcleo del Abismo agitó su negra cola, y en un sonido de cascabel, cuatro frascos de cristal aparecieron a su lado.

- Eso es... - murmuró Oz.

Él había visto esos frascos antes. Eran los mismos que Vincent les había dado para que recuperarán sus recuerdos.

- lamentablemente, sólo puedo traer de vuelta a seis recuerdos, ya han regresado a dos. - Dijo el Núcleo mirando detenidamente a Oz y a Alice. - Utilicen los siguientes cuatro con sabiduría.

Y en otro sonido de cascabel, la dimensión distorsionada desapareció junto con el Núcleo del abismo.

En un abrir y cerrar de ojos todos habían vuelto a la oficina de Leo Baskerville.