𝕍𝕀𝕀𝕀. Un café negro, por favor

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Podría estar extremadamente seguro de que, si no fuera por las amigas de mi hermana, no estaría sentado en esta cafetería esperando a mi hermano mayor. Desde que Mateo se fue a Valencia no hemos hablado más, si antes teníamos poca relación, con su ida se perdió por totalidad hasta hoy. Las chicas creyeron que era adecuado hablar con Mateo y poder arreglar las cosas, tanto como nuestra relación de hermanos como el tema de Daniela.

: - Si él no llega a venir, no cuenten nunca más conmigo, es raro que haya aceptado venir, así que, o ustedes me mintieron o él quiere algo a cambio, mi hermano nunca fue de tratos limpios

: - Manuel, si sigues pensando de esa forma negativa, la vida siempre te va a traer cosas malas, a veces hay que pensar en positivo, aunque nos cueste

Aly sonrió después de decir eso y me hizo sacar una sonrisa también.

: - Igual, Manuel siempre fue un viejo amargado, mucho más amargo que mi café, hablando de eso, debería de ir a pedir uno

A Nazaret siempre le gusto el café negro y bien amargo, aunque ella era mucho más de tomar té, había veces que se permitía un buen café como a ella le gustaba, y todos sabíamos muy bien que estar en su cafetería favorita no era casualidad u obra del destino.

: - Hola, buenos días, me gustaría pedir un café negro totalmente amargo, por favor

Mientras ella hacia la orden a mí me temblaban las manos, nunca estuve nervioso a ese punto solo por hablar con mi hermano, pero no haberlo visto por un largo tiempo me hacía sentir raro. Sin darme cuenta algunos minutos ya habían pasado y ya tenía a mi lado a Nazaret con un café caliente y una queja de su parte.

: - ¡Este café esta horrible!, es muy dulce, que asco, voy a pedir que me lo cambien

Cuando vi que se alejaba camino al mostrador giré mi cabeza hacia la ventana y ahí lo vi, salía de un lujoso Tesla de color negro, él vestía con uno de sus lujosos trajes de abogado y rodeé mis ojos, algo que estaba odiando en este momento era estar solo, Nazz estaba cambiando su café y Aly en el baño.

: - Disculpa, pero, creo que hubo un error, mi café esta amargo y lo pedí con azúcar

Un chico de cabello totalmente oscuro le notificó el error a la encargada de la cafetería sin esperar que una chica detrás de él también daría una queja.

: - Si, disculpa, a mí me paso lo mismo, pero al revés, a mí me llego con azúcar y lo pedí amargo

La chica sonrió y devolvió el café al igual que el chico. La encargada con vergüenza tomó las órdenes erradas y fue hacia una de las computadoras para saber cuál era el error que cometió el sistema, y ahí estaba. Se habían confundido los nombres.

: - Les pido una disculpa por el error, al parecer el encargado de tomar sus órdenes ha confundidos los nombres. La orden diecisiete es de Jake, y el número veintiuno es de Nazaret

La chica acomodo la orden después de que ambas personas estuvieron de acuerdo y fue a dejar la comanda para que los encargados de hacer la bebida puedan hacer la orden de la manera correcta.

: Una disculpa y muchas gracias por notificarnos del error

: - No hay de que, y si no es molestia me gustaría pedir uno de esos brownies

Pidió el chico y sonrió con amabilidad esperando a que este fuera servido para después ir detrás de la chica, la cual ahora tenía un nombre y era Nazaret. Al llegar a la mesa donde ella estaba sentada junto a dos chicos más deje el brownie sobre la mesa.

: - Ten, tómalo como una disculpa por beber tu café, y para ver si te endulzas un poco

Miré a la chica confundido y cuando se fue no pude evitar hacer una pregunta.

: - ¿Quién es y por qué bebió tu café?

: - Realmente no sé quién es el chico, solo sé que se llama Jake y que habían confundido nuestros pedidos, por esa razón mi café estaba tan dulce

: - Lo cual es extraño, no por el error, sino porque desde que te conozco sé que eres alegre y muy dulce, aunque a veces no lo demuestres con tu rostro, al contrario de este chico, que parece ser muy amargo y sin embargo toma su café dulce, wow. En fin, díganme para que me necesitan aquí, tengo cosas más importantes que hacer.

Cuando escuché a Mateo saqué un suspiro de frustración, con el simple hecho de tenerlo frente a mí ya me molestaba.

: - Uy, que momento tenso

Dijo Aly llegando con una porción de pastel cuatro leches y sentándose a mi lado.

: - La familia siempre es más importante que tus dichosas "cosas más importantes"

Dije en tono de enfado mientras hacía comillas con mis dedos en esas últimas tres palabras.

: - Depende que, a veces los caprichos de un niño de veintidós años no son tan importantes como mi trabajo

: - Mira idiota, no estoy aquí porque yo quiero, ni siquiera estoy de acuerdo con esto, ni se porque me trajeron a mi si saben lo que pienso. Pero esto no se trata de mí, se trata de nuestra hermana, mejor dicho, mi hermana, Daniela.

Saque otro suspiro para tratar de tranquilizarme y lograr no hacer todo un alboroto en medio de la cafetería, nadie tendría que cargar con mi malhumor a causa de esta situación, y mucho menos desconocidos que solo quieren pasar un buen rato solo o en compañía.

: - He hablado con las chicas, y aunque dije que no lo haría, que aún no era momento, creo que es importante tomar cartas en el asunto... No quiero que otra persona, sea chico o chica pase lo mismo que Dani, y mucho menos por a causa del mismo bastardo, así que... He decidido abrir una causa legal, hacer un caso y demandar a Derek

En ese momento mientras veía al mayor de todos de manera fija y seria podría jurar que se levantaría sin decir nada y se iría, estaba confiado en que no iba a ayudar y que nos iba a dejar a la deriva como muchas veces lo hizo, pero esta vez, para sorpresa de todos, esta vez no fue así.

: - Si es por Dani, cuenten conmigo 

Hasta que los Jazmines se acaben (Jazmines #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora