𝕏. Otra vez tú

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Un nuevo día solo podía significar tan solo una cosa: ¡Empezar el día con un buen café negro! Así como le gustaba a Nazaret. Ella no se preocupó por combinar su ropa, solamente escogió negro para todo, buscar a Bubú y emprender camino a su cafetería favorita en busca de ese tan deseado café, a ella le gustaba mucho ir ahí ya que sus bebidas y acompañantes eran exquisitos, además, Bubú también podía ir ya que se aceptaban animales, siempre y cuando consumieran su pedido en las mesas fuera del local para evitar algún tipo de problemas, como por ejemplo las alergias.

Cuando la chica llegó no pudo hacer más que sonreír al oler ese tan rico aroma en ese lugar, fue hacía una de las chicas que se encontraba en el mostrador y le dictó su orden para esperar hasta que se la traigan, cuando esta llegó fue a una de las mesas de afuera junto a Bubú para comenzar su desayuno. Bubú estaba echado en los pies de la chica, parecía que no le daba mucha importancia a lo que ocurría en a su alrededor hasta que vio un calzado de color negro el cual le correspondía a un chico alto. El perro comenzó a olfatear este desconocido zapato el cual su dueño dio una queja e hizo que la dueña del canino quitará su vista del celular y se percatara de esta persona que ahora estaba a su lado.

: - Ahg, odio los perros, siempre tan invasivos al espacio personal

: - Chico del café dulce, que raro verte aquí

: - Sí, vengo seguido aquí, es más, se me hace extraño que nunca nos hayamos cruzado

: - Es muy raro, verdad, ¿Gustas sentarte, o solo querías saludar?

La chica señaló el asiento vacío frente suyo y el castaño se sentó dejando su café y medialunas junto los otros objetos que ya yacían en la mesa.

: - Gracias, dentro está bastante lleno

Comentó mientras tomaba una de sus medialunas para comenzar a comerla.

: - Así que odias a los perros

El chico la miró y asintió, cuando trago y limpio los restos del alimento de sus labios respondió.

: - Soy mucho más de los gatos, son independientes y les gusta su espacio personal como a mí, en cambio los perros siempre están arriba de ti, es más, hasta huelen cosas de gente extraña sin importar que sea un desconocido, como lo ha hecho ese perro

: - Bubú

La chica dio el nombre del animal, pero al parecer el contrario no había captado eso, así que la vio de forma rara.

: - El perro, se llamaba Bubú

: - Wow, vaya nombre, aunque... Me parece ilógico conocer el nombre de tu mascota y recordar el tuyo. Me gustaría saber el nombre de señora amargada

Nazaret sonrió al escuchar ese apodo, pues, Dani hacía comentarios parecidos en base a su café tan amargo.

: - Mi nombre es Nazaret y no soy una señora amargada, si me conocieras, sabrías que soy una persona muy dulce, pero el café con endulzantes no es de mi gusto. En cambio, a ti se te ve un chico amargado y toma el café tan dulce que en poco tiempo podrías morir de una sobredosis de azúcar

El desconocido al escuchar ese comentario saco una risita, esa risita grave, cortita, cómplice, una risita realmente linda.

: - Me lo suelen decir, pero no soy un amargado, solo... ¿Reservado? Sí creo que esa es la palabra que me hace más justicia

: - Pues, no me gusta opinar sin conocer, así que hasta el momento creeré lo que digas

La castaña sonrió y tomó un sorbo de su café mientras corrió su vista para observar la ciudad.

: - Jake, me llamo Jake. Para quedar a mano, ahora ambos sabemos nuestros nombres

: - Un gusto conocerte Jake

Ambos jóvenes desayunaron juntos y en ese periodo de tiempo comenzaron a conocerse un poco mejor, hablaron de sus gustos y se reían de algunas diferencias, Nazaret, por ejemplo, se enteró que Jake estudiaba abogacía en el mismo lugar en el que Mateo se recibió, incluso que se conocían.

: - Así que conoces a Mateo Lennox, wow, que pequeño es el mundo

: - Ya veo que sí, ¿Tú cómo lo conoces?

: - Soy la mejor amiga de su hermana, Daniela

El chico la miró con asombro, Daniela, él conocía a una Daniela Lennox, y sería muy raro que se trate de una diferente.

: - ¿Hablas de Daniela Lennox? Una chica de diecisiete años, cabello negro, ojos de diferentes colores

Nazaret asintió y el chico no lo podía creer, hace meses que estaba con la duda de que había pasado con esa chica ya que hace tiempo que no daba alguna señal de vida.

: - ¿Por qué preguntas tanto por ella?

: - Daniela, Daniela es amiga o más bien era amiga de mi hermano, Ignacio, iban al mismo colegio, tal vez lo conoces de vista o por Daniela, mi hermano es un año mayor que ustedes, él me comentó que ha escuchado que se fue de intercambio, pero, aunque la llame, envíe mensajes no responde y no tiene noticias de ella, ¿Sabes cómo está, sabes si le ocurrió algo con mi hermano como para dejarle de hablar de la noche a la mañana?

La menor escuchó atenta y al escuchar el nombre "Ignacio" recordó a un chico el cual algunas veces había cruzado palabras con Daniela en los pasillos, incluso a veces compartimos algún recreo y también conectó un recuerdo, más bien, cartas que su amiga tenía guardadas en una caja y otra carta escrita por ella con un "Para Nacho".

: - Sí... Recuerdo a Ignacio... Jake... Creo que es mejor que hables con el hermano de Dani, Manuel... Él tiene algo para tu hermano, es de ella para él, tal vez ahí encuentre la respuesta que necesita, ya que, no creo que sea la adecuada para darle la noticia

: - Bueno, yo hablare con Manuel, ¿Dónde puedo ir a verlo, o cómo me comunico con él?

: - Si quieres, le envió un mensaje, y te llevo a ti y a tu hermano a la casa de Manuel más tarde y que él hable con Ignacio, creo que será lo mejor

Ambos chicos asintieron y terminaron de desayunar para poder ponerse de acuerdo con Manuel para más tarde. 

Hasta que los Jazmines se acaben (Jazmines #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora