Capítulo 1

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- Lucía ¿Estás lista?, el partido empieza en treinta y cinco minutos, no vamos a llegar.

- Que si Clara, que ya voy espérate un momento que me termino de alisar el pelo.

- Si te hicieras un moño normalito como yo, no tardaríamos tanto.

- Ya esta, ¿Has llamado a algún taxi para que nos lleve?

- Si, vamos.

Lucía y yo nos dirigimos a la salida de mi casa, íbamos a ver el clásico Real Madrid-Barca, nosotras obviamente somos del Madrid, y por fin íbamos a poder verlo en directo, en el Bernabéu, antes no podíamos porque éramos muy pequeñas, bueno a ver ahora tenemos 17 años pero al menos nos dejan ir.

Llegamos, había una cola lo suficientemente larga como para llegar al partido cuando este ya hubiera terminado, por suerte el padre de Lucía tenía unos contactos que nos permitieron saltarnos la cola y encima nuestros sitios estaban en a primera fila, prefiero no comentar cuanto le tuvo que haber costado todo esto al padre de Lucía.

Al pasar unos 30 minutos el partido empezó, los jugadores que siempre había visto en la tele jugaban a metros de mi, el balón iba de uno a otro, los pases eran perfectos, la adrenalina cuando el Barca tenía el balón y estaba cerca de nuestra portería, y desear que  no marcara, y que el Madrid ganara, sentí lo que siente una niña al abrir sus regalos de navidad, esa emoción de ver lo que llevas años esperando ver, es una sensación inexplicable, es...

- ¿Clara me escuchas?- Lucía me despertó de mis pensamientos, al espabilarme Lucía me estaba mirando emocionada y la mitad del estadio gritaba ya agitaba sus bandera blancas.

- ¡¿Qué?!

- ¡GOL!, ¡Clara el Madrid ha marcado un gol!

-¿Como?, pero si yo solo he dejado de mirar un momento y...

- ¡No importa Clara!, ¡Vamos, alégrate!

En ese momento la adrenalina hizo que me levantara y chillara como nunca lo había hecho y como siempre lo quise hacer, supe que me pase con el grito cuando un jugador joven del Barca me miro de reojo. Me senté, y me tranquilice, el resto del partido fue muy emocionante al final quedamos empate, y tuvimos que ir a los penaltis, el Madrid ganó.

Cuando todo el mundo se estaba levantando para salir del estadio, Lucía me agarró del brazo y me obligó a ir al lado contrario del que iba la gente.

- ¿Qué haces Lucía?, la salida es por ahí.

- Ya lo sé, pero es que tu y yo todavía no nos vamos, ¿Recuerdas que el año pasado en tu cumpleaños te dije que el regalo te lo daría más adelante?

- Si, claro que me acuerdo.

- Vale, pues alégrate porque tu regalo viene en unos 25 minutos.

- ¡Lucía dime que es!, no me gustan las sorpresas y lo sabes.

- No.

- Lucía porfavor.

- Vaaale, los jugadores de los dos equipos van a estar firmando y tomándose fotos en las salas de ahí, y mi padre ha pagado para que nosotras podamos ir a verlos.

- ¡¿Enserio?!, ¡Lucía te amo!

- Ya lo sé, ahora toma suéltate el pelo y ponte un poco de pintalabios, ¿No querrás que te vean así?, y tener tu único recuerdo con super estrellas despeinada y pálida.

- Dame el pintalabios, pero olvídate de que me suelte el pelo, eso no lo hago ni por conocer al mismisimo Luca Modric.

Pasaron menos de esos 25 minutos, cuando una mujer de mediana edad muy amable y vestida con traje, nos explico que íbamos a hacer, íbamos a entrar en las salas donde estaban los futbolistas, ellos nos firmarían algún objeto, nos haríamos una foto y tendríamos menos de 5 minutos para hablar con ellos. Ella no nos llevo a la sala tuvimos que ir nosotras solas, al ver una con muchos guardias, suponimos que estaban ahí. Nos dejaron entrar sin problema, ya que Lu les enseño la entrada que su padre había pagado.

- ¿Hola?- Pregunté, como respuesta dos chicos con la equipación del Barca se asomaron, uno de ellos era el que me había mirado y el otro no tenía camiseta.

- ¿Camiseta?- dijo el que me había mirado mal.

- ¿Perdón?...

- Gavi

- Vale, Gavi mi amiga y yo nos hemos perdido y buscamos la sala donde está el Madrid.

- Se han ido.

- ¡Qué!

- Si, hace unos diez minutos, nadie iba a verlos así que se fueron.

- ¿De verdad?- dijo Lu con tristeza.

- Si y ahora si no os importa iros por favor, nos queda una tarde larga- dijo el otro de ellos, no puede evitar ver sus marcados abdominales, y notar su acento canario.

- Claro, sentimos haber entrado y molestaros.- Tras eso Lu y yo salimos de la sala entristezidas.

- Oye quédate aqui, ¿Vale?, voy al baño no tardo nada.

- Vale.- Lu se fue al baño y yo me quede sentada en una silla que había el un lateral del campo, visto sin gente era mucho más grande.

- Oye, te has dejado tu abrigo en la sala, toma.- Levanté la vista y era el canario.

- Gracias...

- Pedro.- Dijo con seriedad.

- Vale Pedro, gracias.

- Oye no te molestes porque te hable así, simplemente eres una fan más.

- ¿Fan?, jajaja, no te lo creas, se quién eres, tu y tú amigo, lo supe desde el principio, eres un jugador novato, si hubiera sido otro con más nivel me emocionaría.

- Hasta pronto, porque me da a mi que esta no va a ser la última vez que nos veamos.- Y tras eso, como si nada de lo que le hubiera dicho le hubiera afectado un poco, y se fue con una pequeña risilla dibujada en sus labios, como si nada de lo que lo que le había dicho antes le importara.

Casi al instante de que Pedri se fuera vino Lu, vino corriendo y súper emocionada.

- ¡Clara!, ¡¿A que no sabes?!, esos dos de ahí eran Pedri y Gavi, yo ya sabía que eran ellos, pero no quería parecer una loca obsesa, ¿A que son guapos?, encima Pedri tiene ese acento canario, y luego Gavi con ese carácter, ya verás que nos vamos a arrepentir de no haberles pedido una foto, además viven en Barcelona así que no los vamos a volver a ver, jo.

- Lu, si te soy sincera prefiero no volver a ver a ningún otro miembro del Barca, mira, me había dejado el abrigo en la sala, y Pedri me lo ha traído, encima, como el famoso ha insinuado que soy su fan.

- ¿Y no lo eres?

- ¡No!

Después de hablarlo durante la salida, nos pedimos un taxi, yo iba a dormir con ella el resto de los cuatro meses antes de que se acabara el año, asi que estábamos en septiembre ¿Porque?, pues porque mi madre iba a estar fuera trabajando y mi padre, bueno, el nos abandonó cuando yo solo tenía 3 años, no tengo casi recuerdos de él, así que no lo extrañaba. Es verdad que a veces se nota el no haber tenido una figura paterna, pero en eso siempre me ayudaron los padres de Lu, Inés y Mario, son como mi segunda familia, ella y yo nos conocimos en infantil, así que somos como hermanas.

Al llegar a su casa, (mejor llamado Chalet, porque era una casa lo suficientemente grande como para hacer una universidad dentro de ella), su padre sostenía dos papeles rectangulares no más grandes que su mano.

- Hola papi, ¿Qué es eso?

- Cielo, debido a tus buenas notas, tu madre y yo hemos penado en recompensártelo, sabemos que os gusta mucho ese cantante, ¿Cómo se llamaba?, ah si, Quevedo, bueno pues en veinte días da un concierto en el Wi-zink center, y os he pillado dos entradas.

- ¡En serio!- gritamos Lu y yo a la vez, ambas corrimos a abrazar a Mario.

Estuvimos contando los días hasta el 24 de septiembre, ¿Poder ver a Quevedo?, otro sueño más cumplido.

Del Madrid, pero tuya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora