Capítulo 8

3.3K 123 16
                                    




Mi móvil no dejaba de sonar, así que me desperté y decidí contestarlo.

- ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!, hoy, 29 de noviembre cumples 17 años, voy para el hotel, llevó de todo, comida, chuches y bueno... a lo mejor les he robado unas botellitas de whisky y ginebra a mis padres.

- Lu me acabo de despertar, no voy a beber alcohol y menos con ya sabes quién aquí.- En ese momento mi puerta se abrió y se asomó Pedri.

- Por mi no te preocupes, tengo una reunión sobre la premier y luego iré con Gavi y Balde a firmar en la tienda de Sol.

- Pff menos mal, la verdad es que no me apetecía nada estar contigo en mi cumpleaños número 17.- rodo los ojos y se fue.

- Clara, ¿Era el?, ay dios mío, sigo sin creerme que realmente estés con el, es que es irreal.

- Lu relájate si, es guapo pero haber más guapos hay muchos.

- Ay Clara de verdad, venga ponte guapa que llego en nada.

Lu llegó una media hora después, Pedri se había ido antes de que yo saliera de mi habitación, dejo dos bolsas en la mesa antes de irse, eran patatas, zumos y una cajita pequeña donde ponía "Feliz cumpleaños, no lo abras hasta que soples las velas". Me pareció raro que Pedr me hubiera dejado algo después de como le trate pero, seguro que lo único que quería era quedar bien.

Cuando Lu llegó era la una de la tarde, ella llevaba un vestido largo y apretado y yo un vestido con la parte de arriba apretada y la de abajo floja, nos pedimos poke bowl para comer, bajamos todas las persianas y pusimos música a todo volumen, Lucía se había traido una bola de discoteca con luces.

- ¿Han tocado la puerta?- dije yo parando la música.

- Creo que si, voy a ver.- Lu se fue a ver por la mirilla.- Clara... no sabes quien es- dijo susurrando y viniendo corriendo super emocionada hacia mi.

- ¿Quién?

- Xavi, dios no me lo creo ¿Le pedimos un autógrafo o algo?

- ¿Qué? ¡¿No?!, Lucía eres del Madrid ¿Recuerdas?

- Si, pero es Xavi.

- Voy a abrir, déjate de bobadas y compórtate.- Abrí la puerta y estaba Xavi con un guardia a su lado.

- Bajad el volumen, esto no es una discoteca, es un hotel, hablaré con Pedri, esto no puede ser. Como volváis a hacer tanto ruido os iréis y no me importa lo que diga Pedri ¿Entendido?

- S-Si.

- Vale, adiós.- Tras eso se fue y yo cerré la puerta al instante de que él se diera la vuelta.

- ¿Por qué los futbolistas no son tan majos como el las redes?- Dije dejándome caer en el sofá.

- Majos no serán, pero guapos si, es lo que importa. Hablando de guapos ¿Por qué no te has puesto el vestido que te traje para hoy?

- Porque no me va a quedar bien, te recuerdo que es un vestido tuyo, y a mi no me queda igual que a ti.

- Clara póntelo, hazlo por mi, porfi.

- Ay dios, que pesada eres.

Fui a la habitación, me puse el vestido, no pude evitar mirarme en el espejo, una lagrima me cayó por la mejilla, me odiaba, no era perfecta, nadie lo es, pero entre las millones de personas imperfectas, yo formaba parte de la mitad que era más imperfecta, ese vestido me marcaba lo que siempre tapaba con sudaderas o con pantalones holgados, la celulitis se veía, al fin y al cabo yo era así ¿No?

Salí al salón, sabía que Lu no me juzgaría pero no podía evitar sentirme insegura.

- Dios mío Clara, estas preciosa.

Del Madrid, pero tuya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora