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Donghyuck y Jiyu podían ser como el agua y el aceite. Dos cosas que no tenían nada en común y se odiaban a muerte.

Pero habían momentos, como este, dónde el cariño era superior y dejaban de lado las ganas de matar al otro.

Jiyu no era alguien pegajosa, no le gustaban los abrazos o besos continuos, pero no sé encontraba en posición de queja.

El principito mocoso, se encontraba enfermo y más mimoso que un gato.

Abrazándola y exigiendo besitos a cada rato.

Era común en Donghyuck ser tan afectivo, y esto se multiplica cuando alguna enfermedad ataca.

---- amor..

---- no, pídele a tu madre.

---- quiero un besito..- balbuceó, haciendo un puchero sobre el hombro de la chica - uno chiquitito..

Jiyu suspiro y estiró sus manos y piernas, quejándose en el proceso.

---- estás enfermo.

Sus extremidades dolían, Donghyuck durmió encima de ella toda la noche y ahora le estaba pasando factura.

Una cosa es pasar un ratito, pero otra diferente era dormir la noche entera.

---- y tú bonita.

--- idiota.

---- ¿Por tí? Siempre. - sonrió mostrando sus blancos dientes y sus ojitos como medialunas - beso..

---- pídele a tu mamá.

---- está lejos, dámelo tú.

---- que lastima, no quiero.

---- Ugh..te haces la difícil pero bien que te gusta - murmuró acercándose de a poco, estirando sus labios como un pato - unito, unito.

Jiyu suspiró, logrando que el flequillo de Hyuck se moviera.

---- me vas a contagiar.

---- me encargue de contagiarte durante la noche, bebé.

"Bebé" aún no se acostumbraba a ese sobrenombre. Y es que lo decía de una forma muy dulce y cariñosa, como si fuese empalagoso decirlo.

Donghyuck no dejaría de decirle así, porque le encantaba como sus mejillas de tintaban de rosado muy leve e intentaba disimularlo apartando la mirada y mordiendo el interior de su mejilla.

Aprovechaba para acariciar con sus tibias manos las costillas de Jiyu, causando cosquillas muy leves y riendo cuando ella intentaba alejarse o temblaba su cuerpo.

Con cada pequeña reacción de su gato gruñón (a.k.a Jiyu), desde una mirada llena de fastidio hasta sus brazos somnolientos en la madrugada.

Cuando los bordes de sus labios se manchaban con su helado favorito, haciéndole ver más tierna y adorable de lo cotidiano. Atacando con piedad alguna al corazón enamorado de Donghyuck, que sufría de ataques cuando ella le miraba con sus ojos llenos de ilusión al probar el dulce helado.

Ahora estaba jugando con él, fingiendo que le molesta ser abrazada y recibir mimos, cuando en secreto lo ama y quiere muchos de ellos.

---- ya lo sé, me ví en la horrible obligación de someterme a pasar la noche contigo con tal de no escuchar tus lloriqueos.

Donghyuck se acurrucó más en su cuello, dejando pequeños besos húmedos allí mientras reía. Jiyu llevó su mano al castaño y ondulado cabello del príncipe, escuchandolo soltar aquella risa aniñada llena de alegría al ser correspondido en sus cariñitos.

my sun kissed prince Donde viven las historias. Descúbrelo ahora