3. Fuocco.

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Lea.

"Si, yo soy Lea ¿En que puedo ayudarle?"

"Acompáñeme por favor señorita." dice el hombre alto de traje negro con tatuajes que cualquiera temería siquiera acercarse.

"¿Porque iría con usted? Si ni siquiera se quién es" tanteo.

"Bud, guardaespaldas del señor Salvatore."

¡¡¿Guardaespaldas de quien?!!

Intento decir algo pero las palabras no me salen. Miro a los chicos y están igual de confundidos que yo.

¿Porque su guardaespaldas me busca?

"Señorita, acompáñeme si no quiere causar una escena." Su mirada me dice que no se irá de aquí sin mi, y puede ser que también me de curiosidad el porque de tanta insistencia.

Ay Lea, en las cosas que tú te metes.

"Supongo que no tengo otra opción." digo y miro a lo chicos por última vez.

Me levanto del asiento tambaleando sin que nadie se de cuenta, estoy un poco mareada, y cuando digo poco es bastante. No se en que momento me tomé cinco martinis. Cojo mi bolso y mi celular. La pantalla se ilumina mostrando las siete de la noche.

Wow, si que es tarde.

Bud me señala que camine. Lo hago recordando mis técnicas de cuando llegaba tomada a casa de papá y tenía que caminar sin tambalearme.

Cuando llegamos afuera hay una camioneta negra con los vidrios ahumados.

Sin duda me van a secuestrar.

Me relajo un poco cuando recuerdo que Andrea sabia su nombre, entonces si tiene que ser guardaespaldas de Eiden. Bueno, no se que tan mejor sea que este grandullón sea su guardaespalsdas a que sea una persona extraña que me quiera secuestrar.

Me deslizo en los asientos de cuero cuando Bud me abre la puerta.

¿No me pueden despedir el primer día verdad?

Si no he hecho nada malo.

Recibo un mensaje y es el ingeniero que le escribí hace unas horas. Me respondió que estaba ocupado y que por eso no me había respondido pero que estaría más que encantado en trabajar conmigo. Le escribo que cuadremos un encuentro para finiquitar el proyecto lo antes posible y lo envío. Veo que esta escribiendo y manda;

Mañana 2:00pm
El lugar que tú dispongas,

Frank.

Pienso en mi apartamento pero se vería poco profesional, sabiendo en cómo terminamos el y yo. Así que opto por el Golden Era. Mando la ubicación y me responde con un no puedo esperar que sea mañana.

Ruedo los ojos y lo dejo así.

La camioneta frena y supongo hemos llegado. Bud se baja sin decir ni un palabra en todo el camino, seguro se ganó el premio a mejor guardaespaldas. Me abre la puerta y me ofrece la mano, me bajo sin tomársela y arreglo mi cabello rojo cobrizo que tanto me caracteriza.

Casi se me cae la mandíbula cuando presencio en donde me baje. El piso debe estar bañado en oro porque todo huele a dinero. Y es apenas la entrada de una mansión de tres pisos, que supongo es su casa ¿Por que tanto espacio para solo una persona?

A menos que Eiden Salvatore sea secretamente musulmán y tenga doce hijos y cuatro esposas. Me rio de mi propio chiste y solo volver a pensar en eso me dan ganas de volverme a reír.

El Golden Era Donde viven las historias. Descúbrelo ahora