¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—La azotea. —alcanzó a murmurar con un nudo en su garganta Soo-Ji apuntando hacia las escaleras.
Woo-Jin entendió su punto pero cuando estaban casi por la mitad vio como venían hacia ellos más estudiantes infectados de los que pudieran enfrentar ellos solos.
Así que de nuevo decidieron volver a bajar, dirigieron sus vistas hacia todos los lugares viendo como los pocos que lograban correr eran alcanzados por otros.
Woo-Jin decidió jalar a Soo-Ji para seguir descendiendo hacia la planta baja, lo mejor sería tratar de llegar a su aula.
Hubiera sonado mal si lo decía en voz alta pero gracias al grito por detrás de una chica, se libraron de los que venían detrás de ellos, cambiando así de objetivo.
Ya cuándo habían llegado a la planta en donde quedaba su aula, se toparon con dos chicos infectados, Woo-Jin empujó a uno contra el otro haciendo que rodarán por las escaleras hacia el piso de abajo.
El fuerte agarre de Woo-Jin sobre su mano la hizo no ir cayendo durante el trayecto, si no, estaba segura que lo hubiera hecho y esas cosas se le habrían lanzado encima.
Ya casi estaban cerca, siguieron a toda prisa por el corredor para llegar al aula pero uno de los que se estaban transformando en el piso se arrastró para sujetar el tobillo de Soo-Ji.
Ella chilló horrorizada sintiendo como su mano se aferraba a sus calcetas.
El estudiante infectado se arrastró por el piso y justo cuándo estaba a punto de morder la carne que tenía en frente suyo, un golpe estampó contra su sangriento rostro casi girando su mandíbula.
—¡Corre!—le ordenó Woo-Jin mientras daba otro golpe rápido al rostro del que antes era un estudiante.
Ella hizo caso y corrió lo restante hasta que aterrizó en la puerta del aula 2-5.
—Abran, abran —pidió desesperada mientras volteaba a corroborar que Woo-Jin fuera detrás de ella corriendo —por favor abran.
—Gyeong-Su abre la puerta —escuchó la voz de su amigo Joon-Yeong.
—¡Abre tarado!
Justo cuando Woo-Jin también llegó hasta ahí, la puerta se abrió e inmediatamente entraron uno detrás del otro y la puerta fue cerrada detrás de ellos.
Woo-Jin se recargó en la puerta recuperando el aliento por todo lo que ambos habían pasado.
De la misma manera Soo-Ji se trató de estabilizar recargada contra la pared, temblando por el evidente miedo.
—¿Están bien? —la pregunta de Gyeong-Su sonó distante para Soo-Ji.
—¡Están infectados! —habló al mismo tiempo Na-Yeon— ¡Revísenlos! —ordenó muy alterada empujando por delante a Ji-Min.
