PRISMA DE NEWTON

1

Las cosas no pueden pasar sin causa aparente, todo depende del momento, situación y lugar adecuado. Un juego en el espacio-tiempo que se encarga de juntar los destinos de las personas.

Jeon Jungkook era el encargado de realizar los presupuestos financieros, y, según los resultados de los libros contables estaban gastando demasiado presupuesto en el nuevo proyecto de la empresa, lo que los dejaba con más gastos que ganancias. La solución de su jefe fue reducir los gastos de todos los departamentos y empleados, injusto pero necesario para el sustento. La decisión final provocó descontento en los empleados.

¿Él qué podía hacer?

Nada, había sido la semana más estresante desde que entró a trabajar ahí, ni en sus días de pasante tuvo tanto estrés como en esos últimos días; casi quedaba calvo y sin uñas, los gajes del oficio. En resolución, la mayoría estaba odiando al departamento de contabilidad por los nuevos ajustes. Jeon solo autorizaba los presupuestos y dió pie a la propuesta para la reducción en ciertas áreas, era entendible el enojo pero la culpa no era solo de él.

Y ese lunes era el día más tranquilo de trabajo, finalmente podía darle un respiro a sus preocupaciones; no demasiado pero hacía el intento. Quizá no era tan malo estar relajado, su hora de comida a lo mejor se volvería su tiempo favorito, se encontraba tan pacífico, sentado en aquel banco cerca de la máquina expendedora. Si cerraba los ojos podía escuchar los escasos sonidos de su alrededor, ah, posiblemente se dormiría un rato...

«¡Tú título me entra en el puto culo!»

A lo mejor no podría dormir como lo había planeado, no después del azotón de la puerta y definitivamente no después de ese grito. Jungkook abrió los ojos de golpe, y se acomodó recto en su sitio. Su vista al instante captó a dos personas caminando rápido en el pasillo, y, la vida parecía conspirar en su contra o solamente era muy tonto.

—¿Eres de contabilidad? —preguntó uno de los muchachos.

Jungkook asintió, aún un poco somnoliento por el intento anterior de dormir. Oh. En ese momento no negarse sería la decisión que lamentaría toda su vida (posiblemente).

—Entonces resuelve el maldito problema —dijo el otro joven. Llegó a la conclusión que fue el joven que gritó hace rato—. Han reducido todo nuestro material de trabajo ¿Saben las consecuencias de sus putas decisiones?

Ahg, no estaba de suficiente humor para discutir.

—Así no sé preguntan las cosas Jiminie —le corrigió el otro joven—. Solo queremos que nos den la explicación y una solución a nuestro problema —y el joven rubio hablaba más calmo, no queriendo incomodar al contador.

—Venimos a exigir.

—Pedir.

Solo acaba rápido la charla y vete a trabajar Jeon.

—Ah, muy bien. El recorte se hizo a todos los departamentos, yo solo autoricé los presupuestos, de lo demás se encargaron los de nómina y estrategias. —Explicó, solo porque uno de ellos estaba siendo más jovial.

—Ya fuimos con esa bruja. ¿Acaso son imbéciles? Tenemos niños a nuestro cargo.

—Son adolescentes jóvenes.

—Kim, cállate. Presta atención a lo que voy a decir... Los chicos que tenemos bajo el contrato de entrenamiento como de artistas están bajo el cuidado de la empresa, su reducción en su presupuesto los afecta. —Y el chico peli-rosa tensó su mandíbula, conteniendo su enojo—. Los bailarines no son baratos, el alimento tampoco lo es. Me vale si me reducen el sueldo, pero ellos están bajo nuestro cuidado.

—Eso es mejor ¿No? Las dietas serán más fáciles. —Soltó con sarcasmo Jungkook.

Su inadecuada respuesta hizo enfurecer al chico que por el momento se mantenía más callado. Pero, oh... ¿Quién diría que también podía ser igual o peor?

—¿Escuchaste lo que acabas de decir? —preguntó el rubio—. ¡Si hicieran bien su trabajo, al menos tú, te darías cuenta que las bajas reducen nuestra calidad en la empresa, lo que traería peores consecuencias económicas en el futuro!

Hasta el chico que anteriormente estaba más agresivo se calló cuando escuchó a su amigo gritar.

¿Qué has hecho Jeon Jungkook?

—¡Su incompetente trabajo!... ¡Tú incompetencia, has aceptado reducir el dinero del departamento que más deja! —Al instante se arrepintió de gritar así, pero no debería hablar tan despectivamente.— Entiendo que los veas solo como rostros lindos, pero son productos de la empresa y de ellos sale tu sueldo... Al inicio el departamento de modelaje ha dejado más dinero que cualquier otro, no menosprecio al resto, pero nuestro departamento ha dejado más, gracias a nuestro trabajo se pudo invertir en más talentos.

—Yo... escuchen.

—No. Escúchalo tú. —Interrumpió el más bajo.

En el acto, el chico de apellido Kim le entregó una carpeta a Jungkook.

—Es mi propuesta... yo, solo revísala. La reducción fue injusta, debería ser igual para todos, mis registros muestran una solución equitativa para no bajar la calidad de la empresa, solo chécala. Ok.

Ese simple gesto lo ofendió poquito. Después de todo él había estudiado para esas situaciones y hasta tenía una especialidad. No es como si cualquiera pudiera hacer un plan financiero. Jeon, después de todo el rato, miró detenidamente a las dos personas frente a él; uno era bajito con los cabellos rosas, zapatillas deportivas y un atuendo cómodo. El otro tenía presencia; cabello rubio, se veía muy alto, atuendo pulcro, casual pero... ¿Arreglado? Se veía como alguien del medio.

—No puedo aceptar la carpeta, no se ofenda, pero no creo que funcione como usted piensa.

Eso es juzgar por las apariencias, mal hecho Jungkook.

_Te dijo que lo revises. Tal vez le aprendas algo. —La tajante voz del de rosa volvió a escena—. No seas igual de imbécil que tus compañeros.

—Revisalo ¿Okey?

Con eso último ambos chicos se marcharon, dejando a Jeon con más que decir. Y por primera vez la curiosidad le ganó, se puso a revisar cuidadosamente la carpeta que le dió el rubio. En su cubículo se la paso revisando datos y mandó por libros de contabilidad a los pasantes, se supone que no tendría ese día trabajo importante, sin embargo, esa persona no estaba equivocada... No creía en Dios, mas tendría que rezar por su fatal error.

¿Qué han hecho?