CARDIGAN

158 13 12
                                    

Rayla se encontraba en su habitación, escondida entre las sabanas de su cama, no sabia que hora era, ni cuanto tiempo llevaba ahí, solo sabia que no quería salir de ahí, pensaba que, si se quedaba ahí igual todo lo que había pasado no fuera más que una horrible pesadilla, que aquel momento nunca había pasado, o quizás, que nunca había llegado a conocer a Callum, y nunca habría caído hipnotizada por sus ojos verdes o nunca se había ido enamorando poco a poco de todo lo que él le decía que era o podría llegar a ser, quizás si se quedaba ahí todo habría sido un mal sueño, nada más.

Pero entonces la realidad la golpeo como una bofetada, provocando otro retortijón en su estómago.

Había vuelto a pasar, había vuelto a confiar en alguien y había vuelto a ser engañada por esa persona a la que le había depositado su confianza. Otra vez. Parecía que la primera vez no la había marcado tanto como ella había creído, que había vuelto a bajar sus defensas y sus muros para permitir que otra persona entrara solo para acabar con el mismo final que la última vez.

Se había vuelto ha abrir a la persona equivocada, había vuelto a confiar en quien no debía. Había estado en la misma situación que la última vez y había cometido el mismo error, solo porque había pensado que esta vez podía confiar, y a cambio había vuelto a caer en el pozo negro de las mentiras. De sus mentiras.

Deseaba no haber sido engañada por esa mirada amable y esas palabras consoladoras y amistosas que le habían hecho confiar otra vez. Ella misma se lo había repetido antes de todo, su cerebro le había advertido que volvería a pasar si seguía por ese camino, pero ella había decidido ignorarlo y darle una oportunidad al joven castaño. ¿Por qué había pensado que él no sería como los demás?

Dudaba mucho que el castaño le hubiera dedicado un pensamiento desde aquel día, no, seguramente se había olvidado de ella y se habría ido a dar una vuelta con Claudia.

Todo lo que le había contado sobre ella, cada palabra que le había dicho, el simple hecho de que había roto la promesa que se había hecho a ella misma de no volver a abrirse con nadie más después de la ultima vez, el saber que sus palabras habían hecho que ella rompiera esa promesa, que le había dejado entrar dentro de ella y ver lo más profundo de ella, un alguien que había estado escondiendo para que no la volvieran a dañar.
Le dejo ver la parte de su historia mas dolorosa, algo que ni había sido capaz de compartirlo con Ethari, que desde la partida de sus padres había sido su consejero y un gran soporte.

Todo lo había hecho para nada, todo su esfuerzo para sanarse ella misma había sido tirado a la basura como si no hubiera servido para nada.

Él había conseguido dibujar estrellas en su heridas, en su cicatrices anteriores, y no solo le dibujo estrellas, le dibujo toda una constelación, donde ella se sentía cómoda, feliz, y sobre todo enamorada, pero al igual que él las había dibujado, él mismo las había hecho sangrar, todas esas estrellas estaban sangrando ahora.

Ella sabia que las emociones no eran lo suyo, no se le daban bien, pero aun así era lo que más le afectaban. A veces la atacaban desprevenida, y no estaba preparada para abarcar con ellas, Callum le había ayudado a eso, le había enseñado una forma de expresarlas y de manejarlas adecuadamente, pero ahora no sabia que hacer con las emociones que sentía respecto a el. El no le había enseñado como hacer eso.

Rayla intento enderezarse en la cama para intentar salir y hacer algo productivo en su día, hasta que otro recuerdo regreso a su memoria.

Hubo un día. En el que mientras miraba al castaño de ojos verde hablar sobre sus técnicas de dibujo, se pregunto algo. Ahora podía decir que sabia la respuesta. Se acordaba que mientras el castaño hablaba ella solo lo veía a el, se acordaba de que no tenia casi ninguna idea de lo que Callum estaba hablando pero eso no le importo, ella lo miraba atentamente mientras el lo explicaba. Ella lo miro enamorada. Y fue entonces cuando esa pregunta apareció en su cabeza.

¿Él la elegiría a ella en algún momento?¿La elegiría Callum como ella lo había elegido a el?

Claramente Callum había hecho su elección, y ella no había sido la elegida. El no la había elegido a ella como ella la había elegido a el.

Pero que podía decir, el mismo le dijo una vez, que cuando eras joven todos asumen que no sabes nada. A pesar de que ella supiera perfectamente donde estaba su corazon y sus sentimientos.

Supuso que Callum había estado fingiendo todo el rato, como Peter Pan fingiendo ser un niño para siempre y al final perdió a Wendy.

Lo único que quería olvidar era el dolor de saber que esa noche, cuando el paso su mano debajo de su cardigan cuando tuvo la sensación que su toque podría llenar de vida a el pueblo fantasma que su cuerpo se sentía, cuando se dio cuenta de que sus labios eran su idea de lujo, y la sensación de quererlo entonces y querer necesitarlo para siempre. El saber que seguramente el solo hubiera sido llevado por la emoción del momento y que no hubiera la posibilidad de que el se hubiera sentido como ella. Quería olvidar el saber que las palabras susurradas entonces habían sido provocadas por un solo momento de lujuria.

Ahora en cambio buscaba; su corazón, su caderas, su cuerpo y su amor. Trataba de encontrar una parte de ella que Callum no hubiese tocado.

Incluso cuándo ella había querido cambiar el final, el se fue, corriendo como el agua.

Nuestro FolkloreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora