𝑪𝒂𝒖𝒔𝒆 𝑨𝒍𝒍 𝒐𝒇 𝑴𝒆｡⁠*ᴸᵒᵛᵉˢ ᵃˡˡ ᵒᶠ ʸᵒᵘ || 𝙳𝚛𝚊𝚌𝚘 𝙼

II

- Bien, ya estás listo?

Preguntó el mayor hacia su hermano.

- Supongo. ¿En dónde nos sentaremos?

Le respondí observando el gran tren que yacía frente a nuestros ojos.

- ¿Sentaremos? Ah no, no no no, yo iré con mis amigos. Ya tienes edad para andar por tu cuenta así que ve y busca a alguien, sí? ¡Te veré luego!

Me dijo dándome una palmada en la cabeza para después subir corriendo al tren.

- Qué bien me cuidas, eh...

Suspiré por lo bajo para dirigirme hacia el mismo rumbo.

<<A decir verdad no quería sentarme con varias personas, y menos si aún no conocía a alguien, así que simplemente seguí caminando por el pasillo intentando encontrar un asiento vacío, pero ya todos estaban llenos, mi última opción era aquél vagón donde un chico rubio miraba por la ventana.>>

- Eh... Disculpa, ¿Puedo sentarme aquí?

Pregunté a la orilla de la puerta mientras él se volteaba a mírarme.

- ¿Y tú quién eres?

Respondió sin más con un tono engreído, viéndome de pies a cabeza.

<<Jamás había visto unos ojos tan brillantes como los de él. Siempre observo el cielo nocturno, así que si tuviera que compararlo, definitivamente sus ojos son como la luna>>

- !Ah! ¡sí! Soy Aslan Gillius, mucho gusto.

Le contesté mientras extendía mi mano.

- ¿Sangre pura?

Preguntó aquél chico observándome.

- Eh... Sí, ¿Pero eso es import-

Dije ladeando mi cabeza hasta que estrechó mi mano y me interrumpió.

- ¿Tu padre es un medimago bastante reconocido, no? No está mal. Yo soy Malfoy, Draco Malfoy. Siéntate.

- Supongo que sí... Gracias.

Respondí con algo de duda.

<<A simple vista parecía uno de esos hijos de familia reconocida a los cuales les importa más el estatus que cualquier otra cosa. Qué buena manera de iniciar el año...>>

En el transcurso del camino hacia Hogwarts no nos dirigimos la palabra más que para comentarios ocasionales, sobre en que casa nos gustaría estar o el clima, y después de un rato yo me quedé dormido.

- !Hey! Ya despierta, no falta mucho para que lleguemos.

Escuché la voz del chico mientras me sacudía.

- ¡Ah! Perdón, no me dí cuenta en qué momento me dormí.

Respondí algo apenado mientras lo veía acercarse a la puerta.

- Me iré a cambiar ya, deberías hacer lo mismo.

Me dijo mientras abría la puerta.

- Ah, y... Por si nadie te lo había dicho, debiste haberte peinado hoy, ¿sabes?

Mencionó haciendo una pausa antes de salir, riéndose por lo bajo.

- ¡Pero sí me peiné! Aunque no parezca...

Le contesté mientras intentaba
acomodar más mi cabello.

<<No es que fuera rizado, sin embargo, a pesar de peinarlo siempre se desordenaba, ni siquiera los hechizos o pociones servían para arreglarlo>>