𝑪𝒂𝒖𝒔𝒆 𝑨𝒍𝒍 𝒐𝒇 𝑴𝒆｡⁠*ᴸᵒᵛᵉˢ ᵃˡˡ ᵒᶠ ʸᵒᵘ || 𝙳𝚛𝚊𝚌𝚘 𝙼

IV

— ¡Harry! ¡Harry! ¿Estás bien?

Gritaba Hermione al chico que se retorcía en su cama.

— ¿Hermione?... Tuve una pesadilla. ¿Cuándo llegaste?

Preguntó el de cabello rizado mientras se colocaba sus lentes.

— Hoy, ¿y tú?

Contestó mientras se dirigía a la cama de Ron para después notar que acababa de patear algo en el suelo.

— Querrás decir “ustedes”... Gracias por esa cálida manera de despertarme, Mione.

Le dije desde el suelo donde había dormido la noche anterior mientras Harry se reía la situación.

— Sí, bueno, no es mi culpa que hayas estado ahí. Mejor levántate tú también de una vez.

Mencionó encogiéndose de hombros, gritando a nuestro amigo pelirrojo para que despertara.

— ¿Y tú qué haces aquí?

Dijo él mientras se cubría con las mantas asustado.

— ¡Tu madre dice que el desayuno está listo! ¡Prepárense de una buena vez y no se vuelvan a dormir! 

Gritó ella saliendo de la habitación.

— Agh...

Respondió Ron suspirando con molestia.

<<Quién diría que terminaría en un lugar repleto de personas que vienen a ver un juego en el cual yo soy terrible. No sé cuál de las dos cosas es peor... Aunque ciertamente, Kai siempre dice que el hecho de que sea una basura en Quidditch no significa que no pueda disfrutar de un buen partido, y supongo que tiene razón.>>

— ¡WUAAA! ¡ES GENIAL!

Gritó Kai con un chillido de emoción mientras contemplabamos todo al caminar.

— ¡Lo sé, muchacho! ¡Es una lastima que Katsuya no nos haya podido acompañar!

Le respondió el señor Weasley mientras continuábamos caminando.

— Ya sabe, el trabajo es pesado para un medimago, señor. ¡De igual manera tomaré fotos para él!

Mencionó él, sonriente como siempre.

— ¡Y hogar, dulce hogar!

Proclamó finalmente al llegar frente una carpa mediana, donde estaríamos los nueve en nuestra estadía.

— Cómo adoro la magia...

Dijo Harry viendo con asombro su gran interior.

— Ni lo menciones, es grandioso...

Le respondí seguido a su comentario.

— ¡Bien! Ahora, chicas, desempaquen las cosas. ¡En un rato comenzará el partido!

Mencionó Arthur de manera animada.

<<Y por fin, después de un tiempo considerable, ya nos encontrábamos subiendo aquellas escaleras en ese gran estadio repleto de iluminación y personas.>>

— Cielos papá, ¡Nos tocó hasta arriba!

Dijo uno de los gemelos.

— Veámoslo de esta manera; si llueve, ustedes serán los primeros en enterarse.

Escuchamos desde bajo al padre de aquél rubio ya conocido.

— Nosotros estaremos en el palco, el mismo Cornelius Fudge nos invitó.