6. Uno a cero

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_____ Morgan Müller

La tarde llega y yo me dirijo a coordinar todo para la liberación de Tokio, apenas interceptamos el auto que la resguarda, con el aerosol negro pinto todos los vidrios ayudando a los serbios que me ayudan en la tarea.

Me lanzan el contador y lo cuelo en el vidrio, lo hombres esperan a que el contador llegue a 0 para lanzarse y los interceptamos, antes de pasar a la parte de atrás donde abren la puerta a las malas, espero a que los serbios se hagan cargo de los dos policías y cuando la sacan la llevo a la camioneta en la que llegué.

― ¿Ahora sí confías en mí? ― me saco el pasamontañas mientras comienzo a cambiarme, le lanzo su ropa ― Ponte esto y escucha... ― le indico el plan y me bajo en media carretera tomando una moto para llegar al búnker.

El profesor no ha llegado así que cojo mis cosas y salgo en dirección a la carpa, al llegar camino despacio y me meto una pastilla de éxtasis antes de entrar y cuando lo hago llamo la atención de todos.

― ¡Buenas tardes! ― abro los brazos eufórica llamando la atención de la carpa.

Christopher se dirige hacia mí y me sienta bruscamente en el asiento, trata de regañarme y la llamada entra en el momento justo.

― Coronel, una llamada de Alison Parker, es de un número desconocido ― le hablar Bratt Lewis, el novio de Rachel.

¿Si? ― la voz de río se escucha.

Río, soy Tokio.

― Es Silene Oliveira ― me levanto detrás de Christopher para dirigirme con el hacker de la policía, Morgan se acerca.

― Localiza la llamada ― le digo al tipo y cuando las manos le tiemblan lo aparto.

― ¿Dónde estás? ¡Espera! ― Río la corta ― Nos están oyendo.

― No me importa, esto es una llamada de amor y a la policía le encanta el amor ― Tokio me da la señal para teclear más rápido ― Escúchame, ¿Recuerdas la puerta que me dibujaba mi madre cuando tenía miedo? 

― ¿De qué puerta habla? ― pregunta Rachel.

― Sí, amor, ― la cursilada me hace rodar los ojos ― claro que me acuerdo ¿Qué pasa?

― Voy a cruzarla Voy a cruzar la puerta del cielo, porque mi ángel de la guarda no aparece. En un minuto.

Bloqueo las localizaciones exactas y miro a Christopher.

― ¿Qué coño ha sido esa llamada? ― pregunta uno de los policías.

― Parecía una despedida ― le responde el novio de Rachel.

Atención señor, está entrando un vehículo no autorizado en el perímetro.

Morgan me aparta y afuera todo comienza a ser una ola de disparos, pero al finalizar los 10 minutos clave Tokio entra.

Christopher entra enardecido y me toma de los brazos ― ¿De dónde venías? ― reclama ― ¿Dónde estabas?

― Entré en pánico y no sabía que hacer― la mirada se me vuelve borrosa y el cosquilleo en el cuerpo empeora ― pensé mucho tiempo y creo tener una solución... 

El teléfono de la carpa, Christopher responde ― Soy Fonollosa, quiero hablar con la inspectora Murillo por favor ― Berlín habla y frunzo el seño.

― Estás hablando con el encargado del caso ahora, Christopher Morgan

― Coronel, no tengo tiempo para charletas y presentaciones acaban de meterle tres disparos a uno de mis hombres. Quiero... a un cirujano aquí dentro, ahora.

ENEMIGOS (T/N en Pecados Placenteros)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora