44. Stand Up

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Ali Mahala

Jamás he cometido fallas, he dado mi vida por la mafia, he hecho cosas que no estoy de acuerdo, pero mi rol es ese, en el tratado con los Mascherano está eso, no puedo ir en contra de mi sangre ni mis orígenes.

Aunque sí es cierto que solo hay una cosa en esta vida que me arrepiento haber hecho, sigo a la niña que se apoderado de mis pesadillas, que ha bloqueado cualquier tipo de respeto propio que me pude tener.

Me doy asco, pero los recuerdos no evitarán que lleve a esta niña con el líder de la mafia Italiana.

Le disparo a los pies pero esquiva las balas rápido corriendo por la ciudad, mis hombres hacen lo posible por seguirla y aún así no la alcanzan, se escabulle entre rejas que sube como araña, entre techos y me convenzo que Ilenko Romanov no se equivocó que sería difícil de atrapar.

Bajo al túnel detrás de ella y ahí la tumbo al piso, el miedo lo veo en sus ojos forcejea y saca una daga que corta mi brazo, dándole segundo de ventaja, la trato de agarrar de nuevo y no se deja.

Noto que está llorando cuando corre y se escabulle entre la gente que se queda helada cuando me ven persiguiéndola con arma en mano.

Corro, casi logro alcanzarla cuando trepa una escalera que la saca al centro de la carretera, hago lo mismo pero cuando llego arriba ella está corriendo hacia el hospital militar, solo faltan cuadras, la veo llorar mirando hacia mí a cada nada, la alcanzo antes de que doble la esquina que necesita para llegar y me obliga a abofetearla para tumbarla al piso, está llorando trata de atacarme y no se lo permito al atrapar sus manos.

Estoy por levantarla, pero se niega comenzando a pedir que no la lleve ― Por favor, por favor ― suplica y hace fuerza quedándose en el piso.

La levanto de un jalón y comienza a temblar, la patada que recibo en las cotillas me hace soltarla, se me vienen encima y reconozco a Christopher Morgan  que me comienza a golpear, me defiendo de inmediato y saco mi cuchillo que él manda a volar con un puño.

Lo golpeo en el estómago haciéndo que retroceda, el sin fin de sirenas me pone alerta y el no ver a esa niña por ningún lado me hace salir del lugar, luego de empujar a Christgopher Morgan contra el auto que viene por la calle.

______ Morgan Muller

Rachel me preugnta si estoy bien, me revisa y me abraza, me pide que me calme y no dejo de llorar, no sé como fue que me trajo aquí, solo tome su mano y me hizo correr con fuerza a la camioneta del ministro.

― ¿Te hizo algo?¿estás bien? ― Alex trata de tocarme y me aparto.

Rachel me pide que le diga si me hicieron algo y la abrazo buscando que me calmen.

― Sh... chiquita ya paso ― me dice acariciando mi cabeza ― ya paso, ya paso.

Conforme avanzamos al hospital militar me voy calmando al llegar veo a Christopher ingresar en una camilla, el ministro me deja con Rachel y la esposa de Patrick nos acompaña a un habitación.

Al sentarme en la camilla para que la doctora me revise miro a Rachel y ella me mira como solía hacerlo mi mamá, toma mi mejilla y la acaricia ― ¿Qué paso? ¿Qué tienes?

La ganas de llorar vuelven y solo sé que quiero abrazar a mi león, no me siento bien, me siento como si fuese una niña, no quiero ser una niña, por eso me lastiman.

Alexa me abraza por los hombros y quiero dejar de llorar pero no puedo, lo tuve muy cerca, me dan una pastilla que me deja dormida al cuidado de Rachel y la esposa de Patrick.

Alex Morgan
12 horas después

_____ se levanta, fueron las peores 42 horas de mi vida, no sabía donde estaba, me imaginé lo peor, la élite entera la buscó y ninguno dio con ella, cuando recibimos la alerta de los halcones en las calles de Londres no dudé en ir.

ENEMIGOS (T/N en Pecados Placenteros)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora