1. De Regreso a la Vida

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"Papá, te veo."

Neteyam abre sus ojos tras esas palabras llegar a su mente. Los radiantes rayos del sol calientan su cuerpo. Intenta mover sus extremidades, pero no puede; las siente bloqueadas. A medida que va ganando consciencia, va observando su alrededor. Se siente aturdido, ya que, hace un momento atrás, se encontraba herido al lado de su familia. Ahora, se encuentra a la orilla de la playa, atado de brazos y piernas.

"¿Qué hago aquí?", su rostro refleja confusión. "Mi familia. ¿Dónde está mi familia?", le duele mucho su cabeza.

Observa su entorno en busca de algo filoso para cortar las sogas que lo mantienen atado, sin embargo, no tiene éxito. Comienza a angustiarse porque no puede moverse y necesita encontrar a su familia.

"¡AYUDA!", grita. "¡QUE ALGUIEN ME LIBERE!", su ansiedad incrementa. "¡AYUDA!"

Sonidos provenientes de los arbustos captan su atención. Se arrastra para obtener visión hacia ellos. Observa con detenimiento en espera de lo que sea que esté viniendo hacia él.

"¡YA VOY HACIA TI!", logra escuchar la voz de una chica.

"¡ESTOY A LA ORILLA DE LA PLAYA!", le responde.

Neteyam no puede evitar sonreír al saber que sería rescatado, sin embargo, no dura mucho por el hecho de darse cuenta de quién se trataba. De una humana.

"¡Aléjate!", comienza a arrastrarse hacia el agua.

"He venido a ayudarte. No te haré nada.", alza sus manos. "Déjame ayudarte antes de que ellos vengan, por favor.", Neteyam percibe la compasión en sus ojos.

Él deja de moverse y cierra sus ojos mientras asiente aceptando su ayuda. La chica se acerca con rapidez y procede a cortar las sogas con una navaja. Una vez liberado, ella lo invita a que la siga hacia su guarida.

"¿Por qué me ayudas?", Neteyam pregunta mientras corren por el bosque.

"No puedo permitir que mi especie te capture.", lo observa de reojo. "Ya han causado mucho daño y no quiero ser parte de más desgracias.", sujeta el dedo índice de Neteyam. "Ya estamos cerca."

Se adentran al interior de una cueva. La chica empuja una roca y una puerta aparece detrás de una pared. Coloca su mano frente a ella y permite el acceso a su interior. Ambos entran y la puerta se cierra al instante.

 Ambos entran y la puerta se cierra al instante

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"¿Qué son todas estas cosas?", Neteyam no reconoce ninguna de ellas.

"Son cosas de los humanos.", encoge sus hombros. "Mueblería y enseres eléctricos. No lo entenderías.", sonríe. "Puedes sentarte allí.", señala el sofá.

"Esto es muy pequeño para mí.", se sienta para no hacerla sentir mal.

La chica se ríe por la manera tan incómoda en la que se encuentra. Su cabeza casi roza el techo y sus piernas están súper encogidas; sus rodillas chocan contra su pecho.

"Al menos te estás riendo.", sonríe. "Eso es bueno."

"¿Por qué estabas atado en la playa?", pregunta mientras saca un jarrón con agua del refrigerador.

"No sé cómo terminé allí.", la confusión lo vuelve a abrumar. "En un momento estaba con mi familia y al otro desperté allí."

"¿Sabes dónde puede estar tu familia?", agarra unos vasos de cristal y echa agua en ellos.

"No.", suspira frustrado.

La chica agarra los vasos y le entrega uno a él. Neteyam se ríe por lo diminuto que se ve el vaso en sus manos y se bebe el agua de un tirón.

"La intención es lo que cuenta.", su rostro se torna rojo de la vergüenza.

"Aprecio que me estés ayudando.", coloca el vaso sobre la mesa. "Yo debería ser el avergonzado; no tú."

"Encontraremos a tu familia.", acaricia la mano de Neteyam. "Lo prometo."

La calidez de la mano de la chica tranquiliza su corazón. Ella transmite un rayo de luz a su corazón y no sabe explicar lo que está sintiendo en ese momento.

"Neteyam.", lo dice sin pensar. "Así me llamo.", sonríe mientras mantiene su mirada fija en los ojos de la chica.

"Juliana.", su mirada se pierde en aquellos ojos color miel.

"Mujer fuerte.", acaricia su mano con sus dedos.

"¿Ah?", Juliana frunce el ceño.

"El significado de tu nombre.", observa su mano y alza su mirada a sus ojos, nuevamente.

Sus miradas se mantienen. Analizan cada detalle de sus rostros. No pueden evitar sonreír y sonrojarse...

¿Amor a primera vista?

Renacer: Un Sueño ProfundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora