Renacer: Un Sueño Profundo

3. Un Nuevo Líder en Metkayina

*Flashback*

La noche poco estrellada estaba siendo iluminada por el fuego causado por los avatares. Los Na'vi luchaban con todo lo que tenían; con todas sus fuerzas. Estaban perdiendo a muchos guerreros a pesar de haber derrotado a varios de los enemigos. El ataque a su clan fue de sorpresa y los agarraron desprevenidos.

"¡Ellos me quieren a mí!", Lo'ak corre hacia Ao'nung.

"Hermano, debemos luchar.", Ao'nung no quiere aceptar sus palabras. "Eres de la familia y no puedo permitir que abandones a mi hermana.", golpea el pecho de Lo'ak con su puño.

"¡Es por ella y mi hijo que debo ser capturado por ellos!", insiste. "Debo proteger a mi familia y debo proteger al clan que me acogió.", su mandíbula se tensa.

"Te llevaré hacia ellos.", Rotxo interrumpe la tensión entre ellos.

"¡Rotxo!", Ao'nung se molesta con él.

"¡Gracias!", Lo'ak sonríe y ambos corren hacia el muelle.

Ao'nung los sigue, a pesar de no estar de acuerdo con la idea. Rotxo llama a su ilu y éste aparece justo al lado de ellos. Rotxo se monta en él, sin embargo, Lo'ak se gira para darle cara a Ao'nung.

"Prometo regresar; prometo que no voy a abandonarlos.", lo abraza. "Mientras, hazlo por mi.", se miran a los ojos y Lo'ak se monta con Rotxo.

Rotxo lo lleva hasta la nave principal, en dónde se encontraría el Coronel. En el lado que están es bastante oscuro, por lo que no notan su llegada. Lo'ak le agradece por su ayuda y entra al interior de la nave.

*Fin del Flashback*

Dos semanas han pasado desde la última lucha contra la gente del cielo. Esta vez fue una invasión sorpresiva, causando daños irreparables. Muchos de los hogares se convirtieron en cenizas, perdieron equipos, alimentos y animales. Al Lo'ak entregarse, evitó que el daño fuese masivo o, peor aún, que su hogar fuese colonizado. Tsireya se encuentra devastada, ya que no tiene ni idea de dónde pueda estar su esposo ni en qué condiciones se encuentra. Ao'nung le prometió que crearía un plan para rescatarlo, pero, en el fondo, sabe que no puede hacerlo.

Luego del combate, Tonowari fue herido de gravedad y, a pesar de todo el esfuerzo de Ronal para sanarlo, fue en vano. Su herida en el abdomen no mejoró y desarrolló una infección aguda que le provocó la muerte. Ao'nung tuvo que asumir el puesto del líder del clan, lo cuál conlleva muchísima responsabilidad.

"¡Si no vas a ayudarme a buscar a Lo'ak, iré por mi cuenta!", Tsireya está enfadada.

"¿Y qué harás con Ak'rey?", Ao'nung cruza sus brazos. "¡Él tampoco puede quedarse sin su madre!"

"¡¿Pero sí puede quedarse sin su padre?!", está incrédula ante las palabras de su hermano.

Ao'nung respira profundo. Todos los problemas le han caído encima. Lo'ak capturado,la muerte de su padre, convertirse en el nuevo líder, su madre en luto, su hermana en la incertidumbre por su esposo, su hermanita pequeña siendo huérfana a tan corta edad... Todos los problemas a la vez y ninguno tiene una solución inmediata.

"Tsireya tiene razón.", Kiri interfiere en su conversación. "Dos semanas desde que MI hermano está con esos demonios y no logro percibir su esencia.", al igual que todos, se siente frustrada de no poder hacer nada.

Ao'nung mantiene silencio. Ambas tienen razón. Lo'ak sigue siendo parte del clan y no es justo que su vida sea sacrificada por la paz y el bienestar de todos.

"Le diré a Rotxo que vaya a Omatikaya y le avise a Jake Sully sobre nuestra situación.", los ojos de Tsireya se iluminan al escuchar esa noticia. "Le diré que utilice el Ikran de Lo'ak. Estoy seguro que entenderán el mensaje."

"Hermano, gracias.", Tsireya lo abraza con fuerza. "Gracias por entrar en razón."

"Le diré que salga hoy mismo.", Ao'nung dirige su mirada a Kiri y ella sonríe aliviada. "Ahora cuida de Ak'rey y Kiri trata a ver si logras localizarlo o, al menos, percibirlo.", deja de abrazar a su hermana. "Si vamos a rescatarlo, hay que hacer las cosas bien.", las observa a ambas y ellas asienten.