4. Un Choque con la Realidad

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Juliana tiene unos ojos marrones que transmiten calidez, una cabellera lacia rojiza, su piel es de color canela, nariz perfilada, labios rosados y con una gran sonrisa. Es una chica muy conversadora y muy atenta. Su compasión y amabilidad es lo que ha cautivado a Neteyam en tan poco tiempo.

"¿Cuáles desgracias ha hecho tu especie?",Neteyam se encuentra acostado en el suelo mientras que Juliana está acostada en el sofá. "Es lo que me dijiste cuando me liberaste."

"La guerra entro los na'vi y los humanos ha empeorado.", suspira. "El Planeta Tierra colapsó y muchos de nosotros están viviendo en naves en el espacio esperando a que se puedan establecer aquí, en Pandora.", traga saliva. "Mis padres fueron asesinados por tratar de defender a los na'vi y, es por eso, que ayudo a cualquiera que esté en peligro.", Neteyam seca la lágrima de su mejilla con su dedo.

"Eres hermosa por dentro y por fuera; tienes un buen corazón.", Neteyam sonríe. "En mi clan, Omatikaya, también hay humanos como tú, que nos ayudan."

"¿Omatikaya?", Juliana se resalta. "¿No es el clan que está bosque adentro?"

"Sí. ¿Por?", Neteyam se preocupa. "¿Pasa algo?"

"Estamos al este de Pandora. Nos tomaría unos dos días caminando. Además,...", aclara su garganta. "Allí se encuentra el objetivo principal y los humanos están pensando atacar allí en cualquier momento."

"Por esa misma razón debo ir.", Neteyam se levanta para quedar sentado. "Ya atacaron Metkayina y debo advertirle al resto de mi clan."

"¿Cuál es tu plan?", cruza sus brazos.

"Si estamos al este...", se queda pensando por un momento. "Nos quedaría más cerca el Clan Tayrangi y pedir que nos lleven a Omatikaya."

"¿Estás seguro que nos ayudarían?", ella no se escucha muy convencida.

"Ellos saben quién es mi padre.", sus ojos se iluminan. "¡Vamos!", la sujeta de los hombros. "Agarra tu máscara de oxígeno y sujetate bien de mi espalda porque te llevaré a 'caballito'."

"¡Suena como un plan!", se ajusta su máscara de oxígeno.

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Llegaron al lugar casi al atardecer. Juliana se encuentra dormida sobre la espalda de Neteyam; quién no se molestó en cargarla por todo el camino. Cargarla a ella es como si estuviese cargando a Tuk. Solo pensar en ella le hace sonreír.

"Juliana, ya llegamos.", toca su cabeza gentilmente. "Ya puedes bajarte de mi espalda."

"Mmm...", estira su cuerpo. "Lo siento.", abosteza.

Juliana se para al lado de Neteyam y sujeta su brazo. Tiene miedo de lo que vayan a pensar de que una humana esté allí. Neteyam la mira a los ojos y le asegura que todo estará bien. Suben por unas escaleras de piedra y llegan al centro de la aldea.

"¿Qué hace ella aquí?", todos hacen espacio para que ella pase, dejándonos en el centro solos.

"Disculpa que hayamos llegado sin avisar.", Neteyam hace una reverencia y Juliana le copia. "Solo vengo a pedir un favor y no les molesto más."

"Ella es mi compañera.", Juliana se aferra más a él. "Soy Neteyam Sully y solo quiero llegar a mi clan; Omatikaya."

"¿Dijiste Sully?", una anciana se para al lado de la líder. "Nan'ti, él es descendencia del sexto Toruk Makto.", susurra en su oído.

"Mi padre es Jake Sully.", está un poco nerviso. "Soy su hijo primogénito."

"Es imposible.", Nan'ti no cree en sus palabras. "Él murió hace años. Todos lo saben."

"Es que no he muerto.", se angustia. "¡Soy yo!"

Se escuchan, al fondo, los murmullos de todos los aldeanos. Neteyam no sabe cómo reaccionar a las palabras de la líder. No puede entender por qué le están diciendo todo eso, si no está mintiendo.

"¡Silencio todos!", la anciana levanta sus brazos. "¡Ellos vendrán conmigo y es decisión final!", todos respetan sus órdenes, incluso la líder.

Luego de ese confuso momento, entran a una especie de cabaña. Ella se sienta frente a una mesa y señala para que nos sentemos junto a ella.

"Soy Ikeyni y conocí a tu padre hace muchos años atrás, cuando yo era la líder de este clan.", enciende unas velas que hay en la mesa. "A pesar de no ser na'vi de nacimiento, su corazón siempre lo fue y es algo que marcó a nuestro clan.", los observa a ambos. "Sin embargo, en estos últimos años, la gente del cielo ha hecho mucho más daño que antes. Tienen armas mucho más poderosas y son más guerreros, más de ellos."

"Lo sé.", Neteyam afirma. "Los avatares recombinantes están en busca de mi padre. Yo estaba allí presente cuando atacaron a Metkayina y pude ver sus armas. De hecho, me dispararon en el pecho.", baja su mirada a su pecho.

Sin embargo, su semblante cambia al darse cuenta de que la cicatriz no está. Sus ojos se llenan de confusión y mantiene silencio.

"¿Estás bien?", Juliana comienza a preocuparse.

"Si hubieses sobrevivido aquella noche, la marca estuviese allí.", Ikeyni trata de entrarlo en razón. "De esa lucha, han pasado diez años; diez años desde que falleciste."

"Eso explica el hecho de que desperté atado en una playa y que mi último recuerdo sea...", no puede contener sus lágrimas.

"Calma...", Juliana susurra y lo abraza para consolarlo.

"Si estás aquí es porque la Gran Madre lo quiso.", Ikeyni le entrega una pulsera de perlas blancas. "Ve con tu familia. Le diré a Tsentey que los lleve."

"Gracias.", Juliana sonríe.

"Neteyam, no estés triste por lo que te acabo de decir, al contrario, alegrate de esta segunda oportunidad.", Ikeyni coloca su mano sobre su hombro.

Neteyam aún se encuentra en shock por todo. ¿Diez años? En su cabeza no cabe que haya pasado tanto tiempo. Eso lo angustia, le aterra porque no sabe cómo será la reacción de sus padres y de sus hermanos. Siente miedo porque todos han envejecido y él sigue igual; sigue siendo un chico de 15 años.

Renacer: Un Sueño ProfundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora