Capítulo tres

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-Oye, ¿esta foto de que fue? -Pregunta JeongHan al azabache, quien aparta la vista de su portátil para ver la foto que señala.

-Es de cuando viajamos a Jeju. -Dice el azabache volviendo a su trabajo.

-¿Conocimos Jeju? -Vuelve a preguntar, SeungCheol solo asiente y un brillo en sus ojos aparece. -¿Y cómo es?

-Pintoresco, fresco, se podría decir que incluso paradisíaco.

-¿Qué hicimos allá? -Es la siguiente pregunta y SeungCheol decide cerrar el aparato para poder centrarse en el relato.

...

Había sido un viaje planeado con meses de anticipación, pero por el trabajo de ambos lo habrían pospuesto más de una vez.

Hasta que por fin, decidieron irse sin importar los pendientes ni nada más.

Fueron cinco días maravillosos, habían visitado un acantilado desde donde gritaron escuchando sus ecos.

-¡SeungCheol es pésimo en básquetbol!

-¡Porque JeongHan hace trampa!

-¿Trampa yo? Por favor.

-Corrias con el balón en manos.

-No veo el problema.

-Literalmente en las manos, no lo botabas.

-Pero mi puntería es buena.

Se encoge de hombros y sonríe, SeungCheol solo niega con una sonrisa y besa sus labios.

-¡Mi esposo es un gran besador!

Grita con fuerza y el rostro del azabache se tiñe de rojo,

-¿No dirás que soy buen besador también? -Inquiere, haciendo un piquito con los labios.

-Me gusta más cuando gritas tú. -Dice sonriendo de lado, dándole un beso en aquel mohin.

-¿En qué sentido lo dices? –Sonrie de igual forma, lamiendo sus labios, cosa que sabe, suele alterar un poco a su pareja.

-En el que mejor te parezca, cielo.


También fueron al templo de la isla, para así poder pasar un rato agradable viendo el mar y disfrutando de un par de helados.

-El mío no me gusta. -Se queja el castaño viendo con desprecio el inocente cono.

-¿Y por qué pediste ese sabor? -Inquiere SeungCheol dando una lamida a su cono.

-Porque el niño que estaba antes lo hizo, y yo estaba jugando. -Dice decepcionado.

-¿Jugando?

JeongHan asiente, mirándolo con un puchero.

-Jugaba a pedir lo que el de enfrente pidiera. Mira que error.


Incluso viajaron a la isla U-do, la cual recorrieron en bicicleta.

-Me duelen las piernas. -Dice JeongHan, viendo como su pareja va delante de él. -¿Podemos descansar?

-Hannie, descansamos hace dos minutos, literalmente. -Señala y JeongHan simplemente se detiene.

-Pues no continuaré así de cansado.

-Pues no terminaremos de recorrer la isla.

-Ve tú, es más. -Saca su celular y llama a un número, el celular de SeungCheol suena y este responde, es una video llamada. -Recorrela tú y yo veo todo desde la pantalla, cómo esos vídeos que nos gusta ver en casa.

-¡No! Venimos para disfrutar esto juntos.

Al final, SeungCheol llevaba a JeongHan en la parte delantera de la bici, mientras él pedaleaba.

-¡Mira que lindo el mar!

-¡No te muevas así! ¡Vamos a caer!


Y al finalizar cada día, disfrutaban de los atardeceres que el lugar les ofrecía.

-Me alegra haber venido. -Murmura JeongHan mientras mira el cielo rojiso.

SeungCheol que está sentado a su lado toma su mano, con cautela, su tacto parece el de su yo más joven, cuando recién salía con el castaño y temía hasta mirarlo demasiado.

-Me alegra que tú vinieras conmigo.

-¿Osea que esperabas venir con alguien más? -Pregunta el castaño, alejando su mano.

-¿Qué? ¡No! -Responde rápido el azabache, alzando sus manos a la altura del pecho, negando. -Eres él único con el que deseaba estar aquí, ahora.

El tono de preocupación de SeungCheol es notorio, no quiere arruinarlo, y su esposo solo suelta una carcajada.

-Lo sé, tonto, solo estaba bromeando. -Responde y toma la mano de su esposo, quien solo parpadea intentando entender. -Te amo, Cheol.

-Te amo, Hannie.

...

-Y el último día visitamos un restaurante que nos recomendaron mucho, ahí conocimos a este chico.

Cuenta SeungCheol apuntando a otra de las fotos del viaje.

-¿Y quién es?

-Su nombre es SeungKwan, trabaja ahí y fue bastante amistoso, incluso recuerdo que nos obsequio una canasta de mandarinas que a palabras de él venian del pequeño huerto de su familia.

-Que lindo, se nota que es amiguero. -Señala al ver la fotografía, la sonrisa del chico le parece encantadora, al igual que sus rechonchas mejillas. Se pierde un momento en ello, le parece un tanto atractivo.

SeungCheol se percata de eso y carraspea un poco, llamando la atención del castaño. Si, se siente celoso de un chico que seguramente no volverán a ver en su vida y quién de por si sabía que eran esposos.

Pues Cheol se lo dijo cuando se conocieron, cómo formalidad.

-Perdon, ¿Me decías algo? -Inquiere JeongHan, pero solo recibe una negación con la cabeza en respuesta. -Bueno, gracias por contarme del viaje. Fue entretenido.

-Espero te sirva. -Dice sincero y le dedica una sonrisa. -Seguiré trabajando.

JeongHan asiente y sigue viendo las fotografías hasta encontrar una que le hace sentir algo extraño en el estómago.

Se trata de SeungCheol y él, besandose. En realidad es un momento romántico el que se encuentra plasmado, hay un atardecer hermoso de fondo y parece que la foto la ha tomado él mismo.

Se pregunta en dónde quedaría la cámara que usaron para aquellos retratos.

-Ire a dormir. -Dice de la nada, cerrando el álbum y tomándolo en brazos para llevarselo. -Descansa.

-Descansa, Han.

𝗣h𝗼t𝗼g𝗿a𝗽h | 𝗝HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora