Capítulo nueve (final)

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Otoño, 2014

Los noticieros, los periódicos, internet, todos los medios de comunicación estaban bombardeados por lo mismo: los ataques terroristas en Incheon.

Esta vez se trataba de un edificio de departamentos. Habían detonado bombas y quemado el edificio, todo se vino abajo en cuestión de minutos.

Y JeongHan llegó durante aquel caos junto a sus dos compañeros de trabajo. Los tres miraban con horror.

Era el primer trabajo grande del castaño, al inicio lo pensó, su esposo le había pedido que se alejara de esas cosas, porque temía por su vida, pero él sabía que estaría bien y aunque le emocionaba, estar ahí simplemente le hacían querer vomitar y correr lejos.

-Miren, aún no sacan todos los cuerpos. -Dice uno de sus compañeros, acercándose para tomar una foto.

-¡SoonYoung, no hagas eso! -Le grita el tercero ahí, golpeandolo. -Ten algo de respeto.

-Solo es su abrazo, además, hay que mostrar lo que estos locos dejan a su paso.

JeongHan apenas los escucha, está concentrado en sacar fotografías, aún quedan policías y un par de ambulancias, debe aprovechar el panorama.

-¡Jefe, encontramos otro! -Llama uno de los policías, atrayendo la atención del castaño. -Parece que aún respira.

-¡Rápido, una ambulancia!

JeongHan no pierde oportunidad y toma fotografías de lo que puede. Una vez en manos de los paramédicos se acerca al hombre para poder tomar la foto y entonces se congela.

-No puede ser...

-¡¿Joshua?! -Escucha a la distancia.

Una mujer corre hasta ellos, al ver el cuerpo solo llora, la mira acercar sus manos al rostro que apenas reconoce, porque está lastimado.

-¿Es su esposa? -Inquiere el paramédico que lo atiende, la mujer asiente. -Esta en estado crítico, perdió mucha sangre. -Dice y JeongHan siente un nudo formándose en su garganta. -Por favor suba a la ambulancia, haremos todo para salvarlo.

Todo pasa de pronto muy rápido, la ambulancia parte, pero JeongHan no puede seguir tomando fotos. Sube a su auto y lo enciende, dejando a sus dos colegas ahí tirados.

-¡JeongHan espera!

-¿Qué diablos le ocurre?

Conduce tan rápido como puede, siente que el hospital está a millas y jamás llegará, pero por fin, tras minutos que parecen eternos lo logra.

Baja del vehículo y entra al establecimiento, buscando con la mirada a la mujer. Da con ella e intenta acercarse pero una enfermera se lo impide y ante la riña que decide armar termina siendo sacado por seguridad.

-¡No entienden! ¡Él es mi amigo! -Grita con desesperación, no piensa irse, no ahora que vuelve a saber de él.

Espera afuera del lugar, intenta ser paciente, ignora sus llamadas, mensajes, todo a su alrededor. Hasta que por fin ve salir a la mujer.

-¡Disculpa! -Llama, ella lo mira y se sorprende al verlo. -Tu esposo, ¿cómo está?

La mujer solo se pone a llorar, y se tira al suelo. JeongHan se apresura y la abraza.

No necesita palabras para saberlo, solo atina a llorar, en silencio, porque desea que ella saque todo su dolor gritando como hace en ese instante.

-Lo siento mucho. -Murmura, pero no lo escucha, no con sus sollozos y gritos de ira y dolor.

𝗣h𝗼t𝗼g𝗿a𝗽h | 𝗝HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora