Capítulo 13: Primer Dia, nuevos problemas, Autismo y más Toques

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Capítulo 13: Primer Dia, nuevos problemas, Autismo y más Toques

~Narra Luka~

- Leandro ¿en serio tenemos que hacer esto?- Leandro y yo salimos de casa muy temprano, para ir a la universidad de Aspen, estoy tan nervioso que estoy en mi posición fetal en el asiento del auto, frotando el lóbulo de mi oreja. ¿Le he desarrollado tanto miedo a la gente?

- No te preocupes, estaré contigo todo el tiempo- Leandro me mira con una cara que me transmite confianza, estaré rodeado de gente toda la mañana, nunca en mi vida he interactuado con personas fuera de los altos muros de mi casa ¿Seré capaz de encajar? Igual, si no encajo o no, eso no me importa, no he hablado con otras personas por 17 años, no hablar con otras personas hoy no debe afectarme.

- Ya hemos llegado- Leandro aparca el auto en el estacionamiento y veo como las personas se quedan mirando el auto como verdaderos tontos y babeando, no los culpo ya que yo tuve más o menos la misma reacción, pero por favor, existe la palabra "disimular", ¿No les da vergüenza babear en público?

- Creo que les gusta el auto- comenta Leandro, dios... ¿en serio? Si no lo dice no me entero.

- ¿De verdad? ¡No me digas! -le contesto sarcástico y sonriendo, Leandro también sonríe. Tomamos nuestros bolsos y salimos del auto.

Se siente horrible que todos nos miren como si viniéramos de otro planeta, se escuchan murmureos como "míralos, son hermosos" "Hermano, mira ese auto, deben ser niños ricos" "vamos ve y quítale su número" y cosas por el estilo. Miren quien está ahí, el rubio y sus secuaces, se está poniendo interesante, vienen hacia acá, Leandro y yo comenzamos a reír, sabiendo lo que pasó la otra vez ¿Aun tiene las agallas como para acercarse a mí?

- Pero miren quien está aquí, nada más y nada menos que el niño lindo, ¿Que te trae por aquí?- me mira con los brazos cruzados con aires de suficiencia pero de sus perritos guardianes no se puede decir lo mismo, se les nota el miedo a la distancia.

- Eso, rubio, no es asunto tuyo- frunzo mi entrecejo y asesino con la mirada a sus guardaespaldas, quienes poco a poco comienzan a alejarse unos pocos pasos de mi, así me gusta.

- Escuché que tú y tu amigo se han inscrito aquí ¿o me equivoco?- me mira con el semblante serio y señala con el dedo índice a Leandro al nombrarlo.

- ¿Si ya sabes para que preguntas? idiota- le digo sonriente pero con mi entrecejo fruncido.

- ¡Maldito! ¡Ya verás!- el rubio por poco se abalanza sobre mí con su puño en el aire dirigido hacia mi rostro, pero Leandro se mueve rápidamente y detiene su puño con la mano, no hice ningún intento por detenerle ya que conozco bien a Leandro y él no dejaría que me hicieran daño, al fin y al cabo los ''golpes'' de este niño de papi son más débiles que los de un niño de 10 años, no me importaría que pasase un poco de pena y vergüenza al notar que no sentiría ningún dolor si llegase a golpearme, cosa que no creo que pase.

- Primero, soy su hermano, segundo, si no quieres problemas por favor aléjate de nosotros- Leandro pone su mirada macabra y asesina dirigida hacia el rubio

- tsk- el rubio se suelta del agarre de Leandro bruscamente- Vámonos chicos- el rubio se da media vuelta y se aleja de nosotros, su valentía me deslumbra, nótese mi sarcasmo y sus secuaces tal parece se sienten aliviados de alejarse de nosotros, ¿Por qué siguen al jodido rubio? Si no quieren hacer algo nadie les puede obligar.

Leandro y yo pasamos por entre la gente que nos abre el paso muy impresionados y se escuchan mas murmureos como ''Son los primeros que se enfrentan contra Andrew'' ''Creo que a Andrew le dio miedo'' ''¿Serán de aquí? no parece'' ''tienen un acento extraño al hablar'' y muchas cosas más que ya no estaba escuchando porque me puse los casquillos para escuchar música de mi teléfono.

Sono GhoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora